¿Son los días felices un recuerdo o parte de mi presente? Esa es una de las preguntas que rondan en la cabeza de Winnie, protagonista de la obra
Esta obra llega esta noche al Teatro Universitario, en San Pedro. Trabajan en esta producción los actores Karina Mora y José Conejo, bajo la dirección de Andrea Mata, del grupo Pluie.
En este movimiento, se refleja la incomunicación, la incapacidad de escuchar al otro; se cuestionan las instituciones como la familia, usando un lenguaje, que genera risa, pero, en el fondo, es solo un reflejo de la incomunicación.
Es justamente Winnie (Karina Mora), quien tendrá esa tarea: ella aparece parcialmente enterrada entre un montículo de objetos materiales, que aparentemente medio funcionan.
Esta dama, inmóvil a causa de ese cúmulo que la aprisiona, empieza su día frente a los espectadores. Comienza con su rutina, en ocasiones con un aparente sin sentido, aunque ella se desenvuelve con gran naturalidad.
Desde los primeros minutos, la protagonista encuentra diversas razones para repetirse, una y otra vez, que será “un día feliz”. Por instantes, su rostro insinúa que se trata de una afirmación; no obstante, el espectador podría preguntarse si, más bien, es una interrogante.
La conversación de Winnie con ella misma parece que, por momentos, involucra a otra persona. Y en efecto, platica con Willie (José Conejo); o, al menos, lo intenta.
La relación que sostienen estos esposos es un poco extraña: los intercambios de palabras o gestos son escasos, pero la necesidad de compañía parece estar presente a cada momento.
La situación empeora para Winnie: los objetos que la rodeaban se incrementan y la cubren casi por completo, mientras ella se esfuerza en seguir trayendo del pasado algunos gratos recuerdos.
Con esta propuesta, la novel directora quiere reflejar cómo en ocasiones las personas ocultan su falta de comunicación, mediante la acumulación de objetos, de simples bienes materiales.
Mata también se propone exponer claramente esa relación de pareja deteriorada, en que viven Winnie y Willie, a pesar de que otrora fue un buen matrimonio.
La obra de Pluie se estrena en el 2010 con el apoyo del Centro Cultural de España y su concurso Sin Telón-Produciendo Montajes; sin embargo, primero se fue de gira a Cartago, San Carlos, Atenas, Belén de Heredia y hasta ahora tendrá su temporada en la capital.