El viernes pasado dirigió un concierto en China, tomó un vuelo que lo llevó hasta Madrid y luego se montó a otro avión que lo trajo hasta Costa Rica.
Arribó al país el domingo en la noche y el lunes en la mañana estaba en Moravia, en las instalaciones del Instituto Nacional de la Música, al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN).
Él es Lior Shambadal, israelí de nacimiento y trotamundo por convicción, quien hoy viernes y el domingo se estrenará con la OSN en sendas presentaciones en el Teatro Nacional, con obras de Mozart y Bruckner. Esto, con motivo del décimo primero concierto de la Temporada Oficial de la agrupación.
Después de un intenso ensayo, la mañana del miércoles, Shambadal sacó unos minutos para conversar con La Nación sobre su primera visita al país al frente de la OSN como director invitado.
¿Cuál es su primera impresión?
Le confieso que no esperaba mucho de la Orquesta. Yo pensé antes de venir: ‘Ok, está bien (ser director invitado)’, pero no esperaba mucho. Pero déjeme decirle que estoy muy... ¡muy sorprendido! Esto es un milagro. Le soy honesto.
¿Por qué es un milagro?
Desde México hasta Colombia (países que ha visitado) no hay mucho, y en medio del camino hay una orquesta que uno dice ¡ wow ¡ ¿cómo es posible? Yo estoy realmente sorprendido desde el primer ensayo, y eso me hizo pensar: ¡Es mejor que Bogotá!
”Puedo decirle que (la OSN) tiene disciplina, una mejor escuela, excelentes instalaciones y un extraordinario lugar para los conciertos (el Teatro Nacional)”.
A la luz de su experiencia se puede hablar de orquestas buenas y orquestas malas.
Hablar de una orquesta más grande es un asunto de dinero, pero no es proporcional a la calidad.
”Para ser mejores se requiere que la orquesta tenga buenos directores, porque un buen director puede cambiar mucho, y uno malo puede destruir mucho. Es importante que la orquesta se identifique con un buen director.
¿Está el país en la ruta correcta?
Ustedes tienen algo que está creciendo y deben apoyarlo. Este país es único porque, incluso, no tiene ejército. Insisto: ustedes tienen una excelente orquesta.
La OSN tiene cerca de cuatro años sin director titular. ¿Cuáles cualidades son importantes para la persona que ocupe el puesto?
Simple: que sea un buen director, con experiencia en la dirección y alguien que no solo esté dispuesto a enseñar, sino que aprenda enseñando.
”No puede venir diciendo que todo lo que aquí se hace es malo y que los músicos lo amen. Debe ser una persona abierta a escuchar y que se involucre”.