27/01/2011. Presentacin del circo Il Circo y el espectculo Viaggio en el Palacio de los Deportes, Heredia. CARLOS GONZALEZ / LN. (CARLOS GONZALEZ)
“¡Qué hij... más buenos!”. Con esa honestidad y palabras, describió uno de los asistentes la función privada que ofreció Il Circo y su espectáculo
Y por los constantes aplausos de los asistentes, a lo largo de las casi dos horas de función, ese señor sentado en la última fila del sector preferencial tenía mucha razón: los artistas de Il Circo son realmente muy buenos.
La función comenzó con unos minutos de retraso, algo común en el país. Finalmente, a las 8:16 p. m., las luces se apagaron y entre el público apareció una niña con sus padres, quienes caminaron como si dieran un paseo dominical.
La curiosidad llevó a la pequeña a abrir un gran telón de boca colocado en el recinto deportivo; allí, aparecieron toda clase de artistas de circo.
Sin embargo, el colorido de la vestimenta de los artistas, al igual que sus rostros, era algo triste, oscuro. Pronto, eso cambió, con un poco de magia infantil; fue entonces cuando comenzó el
La música, de esa que ayuda a crear mucha expectativa, llenaba el lugar. Los acróbatas, con solo la fuerza de los brazos, subían perfectamente coordinados por los postes. Una vez en lo alto, comenzaron a realizar acrobacias, a saltar entre los postes y el público les aplaudió generosamente.
Sin que tuviera que pasar mucho tiempo, llegó uno de los actos más aplaudidos de la noche: el llamado Cyr Wheel. Y bueno, qué se puede esperar de alguien que en el pasado fue parte de El Circo del Sol.
Cyr Wheel es un aro de metal, de poco menos de dos metros de diámetro, que carecía de agarradera. Eso no fue obstáculo para que el artista Jonathan Morin diera giros múltiples dentro de esta sencilla estructura.
Al final, los aplausos fueron muchos y las caras de asombro se multiplicaron en el Palacio de los Deportes. El artista agradeció a quienes reconocieron su talento.
Con igual talento aparecieron las gemelas ucranianas Svetlana y Tatyana Senchihina, quienes, varios metros sobre el suelo, hicieron gala de fuerza y equilibrio sobre el trapecio.
Algo de lo que más llamó la atención fue que, a pesar del notable riesgo que suponía su acto, ellas lo realizaron sin cuerdas de seguridad, solamente con su confianza mutua.
El público del jueves fue, sin duda, variopinto: desde los conocidos por su trabajo en la televisión, como Nancy Dobles; en política, como Viviana Martín, pasando por periodistas invitados de diversos medios, hasta niños de brazos, adultos mayores y jóvenes que llegaban con su pareja.
Luego, en el escenario, llegaron otros momentos llenos de adrenalina, como fueron los números de balance sobre una mano, los acróbatas haciendo mil y una piruetas sobre un largo trampolín y, desde luego, los