A partir de mañana, el teatro logrará lo que la diplomacia no parece capaz de hacer: unir a los centroamericanos como una gran familia. El responsable de esta unión será el Festival Centroamericano de Teatro: Arquitecturas Escénicas Visiones y Versiones.
Gracias a esta iniciativa, durante nueve días se verán a 22 agrupaciones escénicas de Centroamérica, Colombia y México, las que se presentarán en seis escenarios, con espectáculos de teatro, teatro-danza y danza, dirigidos a niños y adultos.
Detrás de esta idea está la asociación cultural Giratablas, gestores de la idea; junto a ellos, participan y respaldan al festival, el Fondo Iberoamericano de Apoyo a las Artes Escénicas (Iberescena), el Centro Cultural de España y la Escuela de Artes Escénico, de la Universidad Nacional.
Edda Rodríguez, de la asociación Giratablas, explicó que el objetivo del festival es hacer visible la dramaturgia centroamericana, como un estímulo para su desarrollo. Sin embargo, también se mostrarán obras de otras latitudes, para darle variedad a la oferta artística.
“El festival busca visibilizar a un grupo de artistas centroamericanos, que desde hace tiempo están girando por la región, pero ahora les damos un espacio visible donde podemos conocernos, encontrarnos e integrarnos”, detalló Rodríguez.
Sin duda, la principal oferta del festival son los espectáculos; no obstante, los organizadores se preocuparon por darle al encuentro de creadores del Istmo, un espacio para compartir entre ellos y con otras personas.
Para lograrlo, realizarán un taller de Dramaturgia, dirigido a niños. Además, se desarrollarán encuentros de reflexión sobre temas como la producción escénica en la región, búsqueda de gestión cultural para centroamericanos y teatro, a partir de la sensibilidad de la mujer, entre otros.
La representante de Giratablas agregó que es fundamental reflexionar, aprovechando el encuentro. Además, resaltó que los encuentros serán dirigidos por jóvenes, para darle mayor diversidad a las temáticas.
En esta propuesta, el grupo recrea muchas de las historias y aventuras que ocurren en las esquinas de todos los barrios, donde los muchachos se reúnen a conversar.
Catalina García, actriz de Caja Lúdica, explicó que la puesta nació como una denuncia planteada desde los mismos jóvenes, sobre temas como la seguridad y la discriminación de la que son víctimas.
“¡Claro que tiene que decir algo a los ticos! (la obra), porque no es solo lo que viven los jóvenes de Guatemala. La violencia no discrimina, es una situación generalizada”, afirmó García.
Otra propuesta teatral que resume el espíritu del festival es
La obra es original de Arístides Vargas y dirigida por Charo Francés, ambos del grupo ecuatoriano Malayerba. En esta, se cuentan las vivencias de tres viejos amigos frente al mar.
Arrullados por el sonido de las olas, los amigos reviven otras épocas, tanto de conflictos, como de tiempos de vacas gordas. En estas narraciones, se esconde parte de la historia de toda Centroamérica.
“Una de las metas que nos propusimos era recorrer Centroamérica. Nos faltaba Nicaragua y Costa Rica, esa es la motivación más elemental para participar”, detallo Rubio.
Siempre en la línea de un teatro que busca mantener viva la memoria de un país, Panamá llegará al festival con
Según detalló Martin Porto, la obra se estrenó en el 2009 para conmemorar los 20 años de la invasión de los Estados Unidos a Panamá, para capturar al general panameño Manuel Antonio Noriega.
“En Panamá está muy polarizado el tema de la invasión, también está en silencio, se prefiere no tocar. La obra no es el relato de la invasión, sino es el relato de cuatro compañeras que recuerdan algunas cosas”, explicó Martín Porto, cofundador del grupo y actor.
Para crear esta obra, los integrantes de Lagartija, junto al suramericano se dieron, a la tarea, en el 2008, de investigar mucho de lo relacionado con la invasión de 1989. Después, Vargas se llevó los resultados y trabajó en la dramaturgia, la que luego dirigió junto a Charo Francés.
La oferta está servida, no deje pasar de ver buen teatro.