Una noche reciente, ascendiendo por las gradas de la laberíntica casa de Amón Solar, Gastón Ferrer se veía justo en su lugar. El creador escénico argentino está acostumbrado a ver en cada espacio una posibilidad: su arte es transformarlo.
Tras haber visitado el país anteriormente con otras obras de performance , reside en una habitación del espacio artístico de barrio Amón. Este viernes, estrenará otra creación de “poesía escénica”, La apariencia , en la vecina La Casona Iluminada . Como los recintos de Amón Solar, los artistas locales hallan formas de conectarse.
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Como en las anteriores obras, presentadas en el país con Sol Besoytaorube, Ferrer cruza en esta pieza referencias a artistas como Marcel Duchamp y de autores como Octavio Paz (ahora, trabaja en solitario).
Pero la apertura no cesa: conversando esa noche en el altillo de Amón Solar, ese primer acto del tríptico (que seguirá con El desnudo y La ilusión ), aún estaba en crecimiento –y seguirá así–. “Queríamos trabajar la idea del otro, la conciencia, la otra apariencia, lo que se ve de uno a partir de la imagen del voyeur , del fisgón”, explicó Ferrer.
Como en la obra pictórica de Duchamp, es ver a otra realidad por una mirilla. “En apariencia trabajamos exposición del cuerpo y la poética, para luego entrar en acción con objetos e instrumentos no convencionales como fierros, chapas, serruchos. Queríamos traspasar el umbral entre poético y visual”, agregó.
Su movimiento en el espacio crea la pieza: los objetos “reaccionan” al espacio y a la mirada. No coloca objetos con significados determinados en un escenario teatral; más bien, busca “ver que en un espacio podés trabajar con elementos no figurativos pero que puedan tener una consecuencia en la acción”.
Así, ese movimiento se concreta en su interacción con el público, con objetos específicos y con una cámara.
“En esta obra, me pongo como objeto a simple vista, más que como ser humano. Me dejo manipular como palanca de cambio, como espuma erótica, como objeto al que podés darle otro valor del que se ve como objeto”, comentó.
Por ahora residente en San José, Ferrer encuentra en su ámbito escénico más combustible. “Me pareció moderna sin todavía haber sido. Es lo que va a pasar. Lo que está llegando”.
La Casona Iluminada , en barrio Amón, presenta De la apariencia al desnudo , que incluye la presentación de Gastón Ferrer y Jennifer Monge, así como una exposición de cuatro artistas visuales: Stephanie Chaves, Memo Murillo, Roberto Lizano y Carlos Tapia. La entrada vale ¢4.000. Tel. 8431-8790. Las funciones serán a las 8 p. m. viernes y sábado; domingo, a las 7 p. m. Dirección: 120 m al oeste de la Alianza Francesa, San José.