Cartas de amor dejan mensaje de tolerancia hacia los homosexuales

Juan es gay y no tiene ningún problema en aceptarlo públicamente; ama y se ama tal cual. Así lo encontrará el joven David, quien irrumpe en su vida en busca de respuestas, luego de la muerte de su padre.

Ellos son los protagonistas de Las heridas del viento, obra del español Juan Carlos Rubio, que el Teatro Vargas Calvo estrena hoy, a las 8 p. m., bajo la dirección de Mariano González.

David ( Arturo Campos ) tiene todo lo que quiere, pero eso no llena el vacío que dejó la falta de amor de su difunto progenitor.

Su mundo cambia cuando descubre entre las pertenencias de su papá una serie de cartas de amor, todas firmadas por un hombre.

Juan ( Leonardo Perucci ) se sorprende con la visita del muchacho, hasta que entiende que llegó para buscar una explicación, una respuesta a una pregunta que no deja en paz a David: ¿mi papá era gay?

Perucci, quien interpreta por primera vez a un homosexual, es conocedor de su oficio y da forma a un gay pícaro, inteligente, con una pizca de humor y, como él mismo asegura, lejos de estereotipos. Aunque cuando está solo, agregó, el personaje se descontrola un poco.

Juan, un adulto mayor, acepta la autoría de las cartas; no obstante, para darle al joven la información que desea le pone un juego de palabras que desespera a David.

Campos considera que su personaje no es abiertamente homofóbico, pero, en el fondo, es posible que lo sea. El público lo decidirá al ver lo molesto que le resulta interactuar con este adulto desconocido.

Mariano González cree que el público se sorprenderá a cada momento, hasta llegar a un final que logrará impresionarlo y, a partir de eso hacerse, salir con su propia reflexión en torno al tema.

Debate. La idea de montar el texto del español fue de Arturo Campos y su productora Tik Tak. Para él, la obra llega en un momento propicio a la cartelera, cuando en el país se habla acerca de los derechos para las parejas del mismo sexo.

“Ojalá que ayude (...), que la gente salga con una visión diferente, que vea que un homosexual no es una persona que busca encamarse con otros y ya, sino que es alguien que se enamora, sufre y se apasiona”, aseguró Campos.

Por su parte, el experimentado Perucci considera que en la obra hay un gran tema palpable: el amor entre seres humanos.

“Por otra parte, está el gran tema de la incomunicación familiar: los padres que mueren y los hijos que quedan con gran cantidad de preguntas”, agregó Perucci.

Otras posibles lecturas que el público podrá llevarse a casa, según los protagonistas, es el gran prejuicio con los gais.

El intérprete de Juan agrega que si las cartas de amor que el muchacho hubiera encontrado estuvieran firmadas por una dama, en lugar de escandalizarse, hubiese dicho: “¡Qué bárbaro, el viejo; qué macho más grande!”.

Aunque es un drama y el tema seguirá poniendo sal en la herida, González añade que el público también se lo tomará con humor, porque Juan es un personaje único, del que muchos terminarán enamorándose, en especial de su forma de asumir la vida.