La exploración superficial de un ombligo cualquiera llevará a un descubrimiento lleno de intrigas: ¿de dónde viene esa pelusa?
La Universidad de Sídney, Australia, llevó a cabo un profundo análisis para llegar hasta el fondo del orificio en la panza.
El estudio fue liderado por Karl Kruszelnicki, quien conduce un programa radiofónico sobre ciencia y recientemente recibió una consulta de un radioescucha que tenía curiosidad sobre aquella materia que con frecuencia aparecía en su ombligo.
Quizá usted, lector, para este párrafo ya esté revisando qué hay en su propio escondrijo. Ya le explicamos.
Efectivamente se llama pelusa de ombligo y esta abunda especialmente cuando el sujeto en cuestión es un hombre peludo de mediana edad. Las posibilidades de que este se multiplique aumentan cuando se trata de un individuo que está subiendo de peso de manera significativa.
Aquella pelusa, aunque podría parecer una señal inequívoca de desaseo, en realidad tiene una función muy clara: recolectar las bacterias mientras se están formando dentro del ombligo. Aunque se tengan estrictos hábitos de higiene, la extraña materia se producirá de cualquier manera.
Una investigación del 2009 desarrollada en la Universidad Tecnológica de Viena evaluó, 503 muestras de la pelusa proveniente de un mismo ombligo.
Al final, se determinó que el peso combinado de todas ellas no superaba el gramo. De hecho, el promedio de la masa de las muestras era de apenas 1,82 miligramos.
La composición de la bendita pelusa incluye: partículas de prendas de algodón, polvo, restos de piel, grasa, proteínas, así como sudor.
Una investigación más, llevada a cabo en el 2011 en el departamento de biología de la Universidad de Carolina del Norte, se centró en descubrir la proveniencia de las bacterias que se almacenaban en el ombligo.
Se analizaron 60 muestras, y en ellas se identificaron 2.368 especies distintas de microbios que habitaban en las pelusas. Ocho tipos de bacterias estaban en un 70% de la población estudiada, mientras que otras 2.128 especies eran raras, pues estaban en apenas seis personas.
Es difícil imaginar la población tan diversa que habita en un espacio tan poco explorado.