Sus mensajes de correo revelan más de usted de lo que cree

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Ese mensaje de correo electrónico que usted escribe para su jefa es muy distinto al que redacta para su compañero de al lado. Las diferencias no son manifiestas solo porque con su jefa hable del último reporte de gastos y, con el colega, del último chisme de la oficina. La distinción es mucho más sutil: las personas se comunican con palabras cargadas de emociones diferentes dependiendo de si el remitente y el destinatario es un hombre o una mujer.

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Quien escribe un correo electrónico tiende a usar palabras diferenciadas dependiendo de si se dirige a una mujer o a un hombre. @NYT para LN (MARY ANN SMITH)

A esta conclusión llega una investigación [ PDF ] elaborada por el National Research Council Canada, guiado por el doctor en Ciencias de la Computación Saif Muhammad. Cuando la destinataria es una mujer, por ejemplo, ella recibe un número mayor de palabras relacionadas con la alegría y la tristeza, mientras que si quien recibe el correo electrónico es un varón, recibirá una mayor cantidad de mensajes que contengan palabras que se asocian con la confianza y el miedo.

Las palabras vinculadas con felicidad son, por ejemplos, ‘éxito’, ‘maravilloso’ y ‘excelente’; las de miedo rondan entre ‘problema’ y ‘error’. Los de confianza son vocablos como ‘dinero’, ‘confirmado’ y ‘entendimiento’.

Los valores sentimentales que se le dan a estas palabras nacen de un estudio anterior en que se le pidió a cientos de personas que emparejaran 24.200 vocablos con emociones, lo que permitió definir que, por ejemplo, una palabra como ‘helado’ se asocia mayoritariamente con el sentimiento de felicidad.

El estudio del doctor Muhammad, que analizó la comunicación de más de 32.000 correos electrónicos, también hizo un hallazgo sobre la comunicación entre los sexos. Cuando un mensaje va de una mujer a un hombre, o viceversa, hay un alto y marcado porcentaje de palabras anticipatorias. Esto quiere decir que se hacen presentes con mayor frecuencia vocablos como ‘espero’, ‘invitación’ y ‘preparar’.

Aunque no logra reafirmar sus conclusiones, el estudio hace referencia a investigaciones anteriores que sugieren que las mujeres tienden a fomentar las relaciones personales, mientras que los hombres tienden a enfatizar su posición social. Las mujeres comparten más las preocupaciones y apoyan a otros, mientras que los hombres suelen ser más desafiantes y prefieren hablar de actividades.