- Los jainíes, miembros de una secta religiosa originaria de la India, tenían formas muy peculiares de suicidarse: se cortaban trozos de su propia carne y se los ofrecían a las aves de rapiña.
- Según un estudio del psicólogo japonés Takeji Furukawa, nuestra personalidad no está determinada por un signo astral, sino por el grupo sanguíneo. Las personas de tipo O resultan ser los mejores empleados, las de tipo B suelen ser gente flexible y amante de la libertad, y los de tipo A se sienten a gusto en ambientes más estructurados.
- En la Grecia clásica, para saber si una mujer era estéril o no, se le colocaba un ajo en la vagina. Si al día siguiente le olía el aliento a ajo, se consideraba fértil; de lo contrario, se creía que sus conductos vitales estaban cerrados.
-Una ley de Maryland, Estados Unidos, del año 1634, obligaba a las mujeres viudas que habían heredado propiedades de sus maridos a casarse en un plazo máximo de seis años. Si no lo hacían, perdían sus pertenencias, que pasaban a manos del pariente masculino más cercano.
- El sensual movimiento de caderas que hacen las mujeres al andar se debe más a razones fisiológicas que estéticas. Debido al canal del parto, las mujeres tienen la pelvis más ancha que los hombres. Es esta mayor anchura de su cadera la que hace que deban girar más a cada paso que dan.
- En 1714, la Iglesia Católica anuló la obligación de que los hombres, en confesión, dijeran los nombres de las mujeres con quienes habían pecado.