No bastó con intentar atemorizar a los fumadores con el cáncer de labio, de lengua, de cavidad oral, de faringe, de esófago, de páncreas, de laringe, de pulmón, de tráquea y de bronquios, con las enfermedades cerebrovasculares, la hipertensión y la insuficiencia cardíaca que provocan la nicotina, el dióxido de carbono y el alquitrán, elementos presentes en cada bocanada. Tampoco funcionó el hacerlos sentir culpables por el humo de segunda mano o por los millones de colones que gasta la seguridad social como consecuencia de su adicción.
Ahora, se le pondrán impuestos a las cajetillas , se dispararán los precios de los cigarrillos y se prohibirá su consumo en parques, paradas de autobús, estadios y lugares de trabajo.
La aprobación de la Ley Antitabaco pone en una encrucijada a todos los adictos al tabaco : o se adaptan a estas nuevas condiciones o las toman como un empujón para finalmente apagar el cigarro de una buena vez.
Si se inclina por la segunda opción, la doctora Wing Ching Chan Cheng, neumóloga del hospital México, le da una serie de consejos para superar la adicción física, psicológica y social que genera el cigarrillo.
1. Fije una fecha. Deje de postergar la decisión, el proceso empieza cuando se fija una fecha para afrontar el cambio. Claro, si estamos iniciando marzo no parece muy sensato elegir como fecha de arranque ¡el 1.° de enero del 2013! Aproveche algún cumpleaños (el de su pareja, su madre o su hijo), para dejar el tabaco y asuma que es un regalo para esa persona especial. En algunos casos, es mejor que la fecha sea en fin de semana, pues la persona tiene menos estrés; en otros, es preferible que sea entre lunes y jueves para evitar que coincida con fiestas o salidas a bares. A las mujeres se les recomienda que la fecha de inicio de este desafío no coincida con su menstruación, pues los cambios hormonales pueden complicar más el proceso.
2. Cuéntelo . Comunique su decisión a sus amigos y familiares, de modo que ellos lo pueden ayudar a no fallar; lo apoyaran y estimularán. De igual forma, serán más compresivos con usted cuando surjan las manisfestaciones del llamado “síndrome de abstinencia”, debido al cual su actitud puede tornarse irritable ante la ausencia del tabaco. Además es una manera de “meterse presión”, pues sus conocidos desarrollarán muchas expectativas en cuanto a su propósito, por la que la opción de retomar el fumado empieza a verse como un fracaso social.
3. Poco a poco. Si bien algunos fumadores pueden dejar el tabaco de la noche a la mañana, para otros es más factible hacerlo paulatinamente, disminuyendo día a día el número de cigarrillos que fuman, hasta llegar a cero.
4. Sustitutos. Consuma dulces como chupachupas o mastique pedacitos de zanahoria o apio; eso le quitará la ansiedad de tener algo en la boca.
5. Cambie de hábitos. Si es de los que siempre se fuma un cigarro en la sobremesa, sustituya la conversación del final por una caminata. Si es de los que acompaña el café o la cerveza con un cigarro, evite ingerir estas bebidas. Lave toda su ropa para quitarle el olor a cigarro.
6. Ejercicio. Incremente la actividad física . El 40% de quienes fuman sufren de ansiedad y de depresión. Mucha de la adicción que genera el cigarrillo se debe a que este libera unas sustancias antidepresivas llamadas endorfinas. La buena noticia es que el deporte produce las mismas sustancias, por lo que resulta un sustituto idóneo.
7. Medicinas. Existen diversos medicamentos que inhiben la adicción física al tabaco y, de este modo, ayudan a dejar de fumar. Se pueden adquirir sin receta médica en las farmacias. También existen los chicles de nicotina, que deben usarse siguiendo las instrucciones de los especialistas.
8. Clínicas. Inscríbase en una de las clínicas de cesación de fumado. Estas constan de ocho sesiones de tres horas cada una, en las que se dan charlas y se hace terapia de grupo. Actualmente, operan en el Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) en San Pedro de Montes de Oca y en los hospitales México, Calderón Guardia y el de Alajuela. El servicio es gratuito.