Si usted ya vio Buscando a Dory –la nueva película animada de Pixar– lo más probable es que se sienta familiarizado con esta historia. En la cinta, Frank es un pulpo que se hace amigo de la protagonista; escurridizo y listo como todos los de su familia, es el animal más ágil de todo el reparto.
No fue que Disney se inventó tal cosa. Los pulpos son, realmente, unos de los seres más inteligentes del océano, y si tan solo pudieran heredarles su conocimiento a sus descendientes tendrían capacidades similares a las de los seres humanos.
Lo interesante es que hay un pulpo de la vida real que recientemente hizo muchas de las cosas que Frank hace en Buscando a Dory. Si bien la película tomó años de producción, un par de meses antes de su estreno un acuario de Nueva Zelanda se dio cuenta de que Inky, su pulpo estrella, había escapado hacia el mar abierto.
Al igual que Frank lo hace varias veces durante la película, Inky logró salirse de su tanque en el acuario, recorrer las tuberías de drenaje del mismo y eventualmente llegar al océano por su propia cuenta, liberándose a sí mismo del cautiverio.
Los trabajadores del acuario se dieron cuenta de su desaparición a comienzos de año, lo que los llevó a investigar las causas de su ausencia. Siguieron su trayecto poniéndole atención al trecho de agua que dejó desde que abrió el portillo del tanque y se transportó en las tuberías.
Inky era uno de los favoritos de la administración y del público porque se caracterizaba por ser curioso y audaz. “Era muy inquisitivo y le gustaba empujar los límites”, dijo Rob Yarrell, el mánager del Acuario Nacional de Nueva Zelanda.
“No creo que fuera infeliz con nosotros, o que se sintiera solo, porque los pulpos son criaturas solitarias”, dijo Yarrell. “Pero él era un chico tan curioso. Le encantaba saber qué pasaba en el exterior. Esa era su personalidad”.
Los pulpos aprenden rápido y son muy observadores. Este comportamiento no es inusual; de hecho, algunos biólogos marinos han reportado escapes de pulpos que se encontraban encerrados en contenedores sellados y acuarios cerrados.
“El comportamiento de pulpos como Inky usualmente se describe como solapado, pero es tan solo un pulpo siendo un pulpo”, dijo el biólogo marino James Wood.