La experiencia universitaria es algo inolvidable. Los amigos, las largas horas de estudio, los ligues , las idas a la fotocopiadora o a pretilear , etcétera. Desmenucemos más esa vivencia:
Motivación:
De pronto, nos domina el sentimiento de “ahora sí le voy a poner”, “apenas llegue a la casa, me pongo a estudiar”. Uno asegura que va a hacer resúmenes y a estudiar al día para no andar en carreras. Pero, por lo general, nunca cumplimos.
Nostalgia:
Aunque hubo días aburridos en las vacaciones de diciembre y enero, tan pronto empieza a ponerse dura la materia, uno recuerda aquellos días de playa en que no hacía nada... y empieza a añorar la Semana Santa. Ahora que ya terminó, toca ponerle ojo al próximo feriado largo.
Útiles:
Siempre se empieza con el pie derecho, con una visita a la librería para comprar marcadores, lapiceros de varios colores, cuadernos para cada materia con el respectivo fólder, corrector líquido y hasta bulto nuevo. Al final del curso, termina uno con un solo cuaderno para todas las materias, un lápiz gastado y, para el examen final, le toca pedir prestado un lapicero.
Ausencias:
En la primera clase, no darán información útil a menos que uno falte. Si se falta, pasa lo siguiente: o dicen los temas que van salir en el examen o hacen los “grupos”, entonces uno queda en un grupo de “gente rara”, que ni conoce, o en un grupo donde todos viven en distintos rincones del país.
Coladero:
En todo lado, existe el famoso “coladero”: el curso más difícil, impartido por el profesor más bravo, que, si uno no lo aprueba, no logra avanzar en la carrera. Lo peor de estos cursos es el estrés que generan, más allá de si son difíciles o no. Lo mejor que puede pasar es aprobarlo y luego seguir propagando el “mito” de lo duro que es.
Horario:
El horario universitario se hace tomando en consideración los siguientes factores. a) El horario que tengan los mejores amigos, buscando la forma de hacerlos coincidir. b) Los días que hay que comer en la U , para buscar quién nos puede acompañar. c) Las horas de sueño de las que se dispone en relación con la cantidad de materias que se llevan. d) El horario de la persona que a uno le gusta, para poder “topársela” (admitamos que todos lo hacemos) seguido. e) Tratar de dejar el viernes libre, para que los fines de semana duren más.
En la universidad, lo que más se extraña son los tiempos del cole .
Más tarde, cuando se empieza a trabajar, la cabanga será por los años de la U . Por eso, es mejor disfrutar al máximo posible el momento que se está viviendo.