Cada vez más dolencias musculares se visten con formas y colores llamativos: negro, celeste, rosado; con imagen de asterisco, a lo largo de una banda o hasta en figuras que parecen imitar una telaraña...
Los vendajes neuromusculares son grandes aliados para aliviar a los deportistas que sufren una lesión pero, además, su popularidad crece como espuma entre los consultorios de fisioterapia.
El invento fue creado por el quiropráctico japonés Kenzo Kase en los años 70. Este comenzó aplicándoselo a luchadores de sumo que sufrían dolores persistentes en diversas partes del cuerpo.
Tiempo después, su uso se extendió hasta otros deportes élite e incluso a pacientes que no practican el deporte ni en broma.
Desde su nacimiento, los argumentos sobre los beneficios que puede deparar el uso del taping neuromuscular son los mismos: disminuye y controla el dolor, alivia contracturas musculares, mejora la circulación, desinflama y hace correcciones articulares.
Pese a que han pasado cerca de 35 años desde su invención, el mismo Kenzo Kase admite que todavía falta evidencia científica que demuestre los efectos positivos de las vendas, aunque ya se están realizando experimentos para validar su propia teoría.
Las vendas por sí solas no son milagrosas; de hecho, ni siquiera contienen medicamento alguno. Más bien su eficacia depende del lugar, la tensión y la dirección con los que sean colocadas en la piel del paciente.
Están hechas de algodón con un acrílico adhesivo, se estiran hasta en un 140% y la ondulación en la parte pegajosa permite que las cintas se muevan de la misma forma que la piel, como si fuera una segunda capa de epidermis.
Julio Granados Sanabria, fisioterapeuta del Comité Olímpico Nacional , asegura haber sido el primer costarricense en traer la técnica al país, después del intercambio y la experiencia que tuvo en las Olimpiadas de Atenas, en el 2004.
Además, él es el representante de la Asociación Española de Vendaje Neuromuscular, una de las escuelas que enseñan la aplicación de la técnica.
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Granados es enfático en que solo deben ser colocadas por un profesional certificado en la técnica del kinesiotaping (otro nombre que recibe). “Mucha gente cree que puede aprender comprando libros o viendo videos en Internet. Sin embargo, si la persona no sabe de anatomía y de biomecánica, con solo poner mal la venda, esta puede tener los efectos contrarios a los que se buscan y generar problemas secundarios como inflamación y aumento del dolor ”.
Los profesionales en este campo saben que la ciencia de tales vendas no está solo en pegar las cintas sobre la piel. Se requiere formación en técnica muscular, técnica de corrección articular, técnica de ligamento y de aumento del espacio, y otras más.
A la hora de aplicarlas, hay que limpiar la piel y hasta afeitarla. De lo contrario, podría reducirse su efecto beneficioso. Luego, hay que determinar cuál es la mejor posición de los músculos para colocar las cintas que, una vez pegadas en la piel, deben frotarse de una forma específica.
El uso del taping neuromuscular no excluye la aplicación de otras técnicas más populares, como la venda funcional. Cada una tiene un fin diferente, como lo explica el fisioterapeuta Mauricio Marín : “Este tape se caracteriza por ser elástico y esto ayuda en la función de la musculatura, sin limitar los movimientos corporales. El otro tipo de vendaje , el funcional, es más rígido y se usa cuando hay que inmovilizar”.
Usos por doquier
La versatilidad es otra de las características del tape neuromuscular, al punto de que hay técnicas diversas para cada requerimiento. Los especialistas lo recomiendan para tratamientos ortopédicos, posoperatorios, pediátricos, geriátricos, traumatológicos y neurálgicos.
También es de uso estético; por ejemplo, después de cirugías, puede utilizarse para desinflamar y absorber edemas en abdomen, pecho y cara.
Los deportistas los usan principalmente sobre los músculos que realizan más esfuerzo, y, por ende, aquellos que corren mayor riesgo de lesionarse.
Las lesiones más comunes que pueden tratarse con estas vendas son fatiga lumbar, lumbalgia, contracturas musculares y tendinitis, entre otras.
¿Y por qué hay vendas de diferentes colores? El tratamiento se basa en la cromoterapia, que asegura que los tonos ejercen una influencia emocional en las personas.
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Los colores negro y rosado se asocian con el soporte y la estabilidad de las articulaciones, mientras que el celeste o turquesa ayuda a reducir las inflamaciones. Otros colores en que se fabrica este tape son beige y verde fosforescente, que se utilizan con menor recurrencia.
Marín asegura que la aplicación de las vendas puede reducir la cantidad de sesiones de fisioterapia que requiera un paciente. Esto, porque el efecto de autorrecuperación del cuerpo se agiliza de forma notable. Granados añade que los pacientes están recibiendo terapia cada día que lleven puesto el tape .
En el mercado local, el precio del taping neuromuscular oscila entre ¢5.000 y ¢15.000; sin embargo, la calidad del pegamento y la tensión varía entre las diferentes marcas de vendaje que existen. Todos son hipoalergénicos y soportan agua y sudor por varios días. No obstante, estos vendajes están contraindicados para quienes sufran alteraciones en su piel o presenten heridas abiertas.