Un jeque árabe ofreció un millón de dólares por el “vocho” celeste del presidente uruguayo José Mujica, símbolo de austeridad de un mandatario que tiene la fama de ser “el presidente más pobre del mundo”, informó el jueves el semanario Búsqueda .
En la declaración jurada de bienes que deben realizar los gobernantes uruguayos, Mujica valoró su Volkswagen modelo de 1987 en 70.000 pesos ($2.850), informó la agencia Télam.
El mandatario afirmó que meditará sobre la oferta del jeque. Aclaró que, de aceptarla, donará el dinero a sus programas de gobierno.
Aunque extravagante, la oferta se suma a una lista de objetos comunes que aumentan su valor al ser tocados por la gracia presidencial.
Fetichismo
La computadora personal en la que Bill Clinton recibió y emitió un correo electrónico al astronauta en órbita John Glenn se vendió en una subasta por $60.000. En una nota menos o más glamorosa –según como se mire–, una casa de subastas también puso en venta una carta del presidente y un négligé perteneciente a Mónica Lewinsky, que alguna vez fueron parte de las evidencias del fiscal Kenneth Starr en la acusación por perjurio contra el presidente, tras el amorío con la exbecaria de la Casa Blanca. Estos objetos, junto con otros 30 del caso, se esperaba que recaudaran entre $25.000 y $50.000.
En otra nota que pica el morbo presidencial, en el 2008, un retrato al desnudo de la entonces primera dama de Francia Carla Bruni –que fue tomado en 1994– se subastó por $16.000 en Berlín.
Por su parte, en el 2009, el presidente polaco Lech Kaczynski subastó una pluma en $4.600. ¿La gracia del lapicero? No le funcionó cuando intentó firmar el tratado de reforma de la Unión Europea, en una ceremonia a la que asistieron todos los líderes del bloque.
En Latinoamérica, el potentado brasileño Eike Batista pagó, en el 2010, $285.000 por el traje que usó el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en su investidura el 1.° de enero del 2003.
Asimismo, un cuadro pintado por el presidente venezolano Hugo Chávez durante su estancia en prisión en 1992 fue vendido por unos $255.000 en una subasta organizada por su partido para recaudar fondos para las elecciones regionales en el 2008.