¿Alguna vez ha pensado en cómo se vería un búfalo alado? La imagen no resulta factible y ni siquiera se escucha muy apetitosa, pero en los restaurantes de carne y, especialmente, en los sport bars , las alitas de búfalo son uno de los platillos más cotizados para terminar chupándose los dedos.
Curiosamente, su nombre no le hace honor al robusto animal pues la carne utilizada para esta comida proviene del pollo, específicamente de sus alas.
De ninguna forma el plato pertenece a un búfalo, sin embargo los bocadillos caracterizados por estar bañados en salsa picante se bautizaron con su nombre actual por provenir de la gélida ciudad de Buffalo, en Nueva York.
Su invención no es muy lejana. De hecho los historiadores culinarios calculan que las primeras buffalo wings fueron servidas en 1964 en el Anchor Bar, de esa ciudad neoyorquina.
Tras recibir una gran cantidad de alitas en un pedido que, se suponía incluiría otras partes de pollo, los dueños del establecimiento buscaron una forma de aprovechar el alado cargamento avícola. Teressa Belissimo (codueña del bar) experimentó en la cocina por horas hasta crear una salsa tan picante como sabrosa. Ella y su esposo Frank sirvieron las alas de pollo recubiertas por la salsa picante a una clientela hambrienta y las reacciones fueron tan positivas que no tardaron en incluir el nuevo invento en el menú.
En ese tiempo, otro restaurante con recetas afroamericanas, John Young, servía un platillo similar en el restaurante Wings n’ Things, que también pelea por haber iniciado el experimento de alas de pollo en una salsa picante (muy picante).
En la década de los 90, las buffalo wings se asociaron de forma inseparable a los espectáculos deportivos, especialmente al fútbol americano. Esto, debido a que el equipo neoyorquino Buffalo Bills llegó al Súper Tazón en cuatro temporadas consecutivas entre 1990 y 1993, y las alitas acompañaron la celebración de cada peldaño hasta aquellas instancias.
Dejando de lado al animal real del que provienen las alitas, es importante aclarar, que en Buffalo lo que alguna vez hubo en grandes mandas no eran búfalos, sino bisontes.