Son pocos los que podrán pasar a la historia como inmortales, y el portero italiano Gianluigi Buffon es uno de ellos.
El domingo pasado, el guardameta de la Juventus de Turín batió récords al sumar 973 minutos sin que se agitaran las redes de su cabaña.
A los tres minutos del encuentro ante el Torino, Buffon, de 38 años, batió la marca de la serie A italiana establecida por Sebastiano Rossi con la camiseta del Milan, durante la temporada 1993-1994, cuando sumó 929 minutos sin recibir un gol.
Sin embargo, 44 minutos más tarde Andrea Belloti por fin consiguió asestarle la pelota hasta el fondo de la cabaña por medio de un cobro de penal, para dejar el marcador en un histórico 4-1.
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Pese a no haber concluido el partido siendo aún imbatible, Buffon festejó la victoria de su equipo y su triunfo personal con un mensaje de agradecimiento en Facebook para sus compañeros de la Vecchia Signora .
Sin embargo, el mensaje más emotivo estaba reservado para el gran amor de su vida: la portería.
“Tenía 12 años cuando te di la espalda. Renegué de mi pasado para asegurar tu futuro. Fue una elección del corazón. Una elección del instinto”, inicia la carta que colgó en sus redes sociales.
“Justo el día en que dejé de mirarte a la cara, sin embargo, empecé a amarte. A protegerte. A ser tu primer y último instrumento de defensa”, prosigue. “Me prometí que haría todo lo posible para no cruzarme con tu mirada. O para hacerlo lo menos posible. Pero cada ocasión fue un sufrimiento, tener que darme vuelta para entender que te había desilusionado. Una vez. Una vez más”.
En el mensaje, Buffon dejó claro el sentimiento de culpa que afronta cada vez que el balón ingresa en la que llama su “compañera de vida”.
“Tenía 12 años cuando le di la espalda a la portería. Y seguiré haciéndolo, mientras las piernas, la cabeza y el corazón resistan”, concluyó el 1 de la Juve , quien está pronto a retirarse de las canchas.
La próxima Eurocopa será la última en la que las rápidas manos de Buffon detengan la trayectoria de la pelota, pero aún sueña con defender a la selección italiana en Rusia 2018.
Para entonces, tendrá 40 años y 27 de un amor tan opuesto como complementario: “como la Luna y el Sol. Forzados a vivir uno al lado del otro, pero sin poder tocarnos”, como él lo describe.