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Cuando baila en paños menores, se convierte en todo un donjuán. Su único objetivo es seducir mujeres y, si es posible, volverlas locas. Para eso lo contratan, así que el billete justifica la misión.
Su papel de donjuán con galantería incluida dura de 25 minutos a una hora. Luego guarda todos sus encantos hasta la próxima vez que lo llamen para otro espectáculo de la misma índole; es decir, otro
Últimamente está de moda que le salgan contratos para animar fiestas donde alguna mujer celebra la firma de su divorcio. En estos casos, el baile huele a sacada de clavo.
A veces, el ingreso del
“A uno se le sube el ego en esto. ¿A quién no le gusta que lo quieran tocar?”, confiesa Vincent, de tez morena y largas trenzas que caen sobre la piel de su espalda.
Tiene dos teléfonos: uno para las contrataciones y otro para todo lo demás. La línea laboral suena más veces en el día, y hay ocasiones en que lo
Si bien la mayoría de las mujeres que lo ven en acción cierran ese capítulo cuando él termina su espectáculo y se retira, hay algunas que resultan “haciéndose fanáticas”.
“Cuando las mujeres están solas, pueden ser un peligro”, dice Guillermo Jiménez, alias
Cuando la música cambia de ritmo y, en cuestión de segundos, se convierte en música electrónica,
Si hay alguna festejada, a esa le toca lo mejor... o lo peor. Todo depende del cristal con que se mire.
“Muchas mujeres se cohíben; se impactan al principio y dicen que no querían a un
La mayoría de los
Los que no son instructores, igualmente son visitantes asiduos de los gimnasios y los centros de bronceado porque su trabajo les exige una musculatura marcada y permanente; los “cuadritos” son un requisito.
En este oficio, la apariencia le gana a cualquier otro atributo, pero los mismos bailarines aseguran que no basta con eso para triunfar como
El
“Nuestro objetivo es darles un rato agradable a las mujeres. Buscamos que se liberen del estrés y los problemas. A ellas les gusta (que les bailemos) por el morbo... por imaginarse más de lo que ven”, comenta
Para disfrutar del entretenimiento en paños menores, las tarifas varían. El sitio donde se realiza la actividad es tomado en cuenta para fijar la tarifa pues el bailarín se traslada por sus propios medios. El precio también depende de la duración y de la cantidad de bailarines que se contraten. Hay
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Las presentaciones cambian según el bailarín. En el caso de
“El
Como es de imaginar, en este actividad abundan las anécdotas, aunque en su momento lo sucedido no le provocó ninguna gracia a los bailarines involucrados.
“A veces, las más ‘viejitas’ pueden ser las más mal portadas, y uno tiene que agarrarse para que no lo dejen sin ropa”, comenta.
Otro escollo que enfrentan quienes se dedican a esto de los bailes exóticos, radica en su dificultad para tener relaciones amorosas estables.
Sencillamente, los catalogan de infieles. Cada vez que sus parejas los encuentran con rasguños en la cara o con las nalgas rojas, tienen grandes problemas.
Incluso las menos celosas los han dejado por sospechas... y es que hasta mordidas del miembro viril se han dado algunas veces. Con la misma velocidad que les salen posibles novias, estas se les esfuman.
De hecho, cuando se hicieron las entrevistas para este reportaje, todos los bailarines dijeron estar libres de compromisos sentimentales.
En Costa Rica, se llama “maripepinos” a los que se desempeñan en este campo. Mas ese no es el nombre oficial de su ocupación; lo heredaron de los “pioneros” criollos.
El primer grupo de bailarines eróticos que hubo en Costa Rica llevaba ese nombre. Habían adoptado el seudónimo de la
Hace dos décadas, cerca de diez bailarines comenzaron el negocio en Costa Rica. A las 2 de la tarde, se presentaban en un local en Tibás donde –mediante la comunicación “de boca en boca”– llegaron a reunir hasta 600 mujeres.
En dos años, aquella presentación dejó de ser anónima. Los “maripepinos” aparecieron por primera vez en la pantalla chica a finales de los años 90, en el programa
“Después de aquella transmisión, la agarraron contra nosotros. Nos tildaban de ‘playos’ y hasta monseñor (Román) Arrieta llegó al espectáculo con el fin de censurarlo”, rememora Manuel Ángel Araya, quien perteneció a aquella primera camada de bailarines eróticos.
Su nombre artístico desde entonces es
El grupo de Los Maripepinos tenía una mánager, organizaba presentaciones masivas en la calle y sus integrantes eran una especie de símbolos sexuales, algo así como adonis con cédula tica.
Eran otros tiempos y, según
En este momento, hay aproximadamente 25 “maripepinos” activos en el país. Las redes sociales y el sistema “de boca en boca” son sus principales vías para darse a conocer. Los hay veteranos, gigantescos y pequeños. Todos tienen depilado el pecho y terminan sudorosos sus presentaciones.
También están los imitadores, aunque son fácilmente reconocibles.