Va corriendo ligero, casi como en cámara lenta; de pronto, tropieza y cae. Aquel reventón lo hace pegar un brinco y le deja el corazón latiendo a mil revoluciones por minuto. Pero, ¡oh sorpresa! Despierta... y está en su cama.
Esto le ha sucedido a más de uno, mientras duerme en la oscuridad de la habitación. ¿Se ha preguntado usted por qué pasa?
En el centro del cerebro, en un sitio muy profundo, está el hipocampo o centro de control de gran parte de lo que sucede mientras soñamos. Y todos soñamos. Quien diga que no sueña está equivocado. Lo que sucede es que la calidad de su descanso es tan baja (duerme muy superficialmente por algún problema, como la apnea), que no le da tiempo de llegar a la fase profunda del sueño y permitirse, aunque sea, esos tropezones. Los sueños forman parte de la actividad mental de cualquier persona y suelen describirse con imágenes muy vívidas y sensaciones físicas y emocionales incluidas. Todo esto se desarrolla mientras dormimos y casi siempre tiende a desaparecer apenas uno despierta y comienza la actividad diaria.
Dormir es un estado que la mayoría de las personas disfruta y desea, pues puede ser tan placentero como comer o divertirse. Es, además, una respuesta fisiológica normal del ser humano, a quien el cuerpo se lo pide para recuperar energías, fortalecer el sistema inmunológico e iniciar con nuevos bríos cada jornada, explica el especialista en manejo de trastornos del sueño, Erik Garita Jiménez, de la Clínica Bíblica.
“El organismo busca recuperar el gasto energético. En ese proceso, se dan dos cambios. Uno, hormonal, que se concentra en la zona del hipocampo, y es el que nos permite lograr esa sensación de descanso. El segundo cambio es el movimiento ocular, que puede ser rápido o lento”, explica Garita.
SOÑAR, SENTIR, VIVIR
En efecto, soñar es una función del organismo pero es muy común que en el sueño se desarrollen “historias” más vinculadas con las emociones y el aprendizaje de la persona. Y esto es lo que se presta para un sinnúmero de interpretaciones. De acuerdo con el sitio especializado en Psicoterapia, psicoterapeutas.com, hay investigadores que consideran al sueño solo como un producto fisiológico; otros repiten lo dicho por Sigmund Freud, que los sueños son deseos reprimidos.
Todo, sin embargo, tiene una conexión fisiológica vinculada al funcionamiento del cerebro y, en él, a zonas donde se desarrolla el pensamiento y el inconsciente del individuo. No obstante, esto es un conocimiento aún en evolución, donde nada está escrito en piedra.
Algunas situaciones que se dan mientras usted duerme pueden deberse a la acumulación de estrés por trabajo, o conflictos familiares o personales que ‘salen’ durante el reposo.
Ejemplos típicos de esto son el brinco que usted da mientras duerme porque cree que cayó en un hueco, soñar que no se puede mover, que está paralizado o que no puede hablar porque tiene la boca trabada.
¿Y las pesadillas? Está comprobado que se producen más en quienes se acuestan inmediatamente después de cenar mucho, sobre todo comida difícil de digerir, como carne.
Tener sueños terroríficos está asociado con el metabolismo de la digestión: luego de comer, aumenta la circulación en el tubo digestivo, especialmente en el intestino.
La gente que tiene “mal dormir” porque patea o se mueve mucho, padece un trastorno llamado “síndrome de piernas inquietas”, explica Garita. “Esto está más asociado al funcionamiento del sistema nervioso central, en la parte parasimpática del cerebro, que es la que genera movimientos que la persona no puede controlar.
“Los que duermen así, tienen esa parte del cerebro sobreexcitada o sobreestimulada y necesitan exámenes especiales para determinar qué les sucede (algunos casos pueden estar asociados a episodios de epilepsia)”, detalla el especialista. La prueba más conocida para realizar un diagnóstico certero se llama polisomnografía y consiste en colocar varios electrodos en la cabeza para medir la frecuencia de la actividad cerebral.
Los sueños recurrentes son harina de otro costal. Tienen que ver con situaciones no resueltas en la vida de un individuo, que el inconsciente saca a flote durante el reposo.
Muchos secretos sobre el sueño continúan ocultos. Lo que sí se sabe con certeza es que dormir bien resulta vital para la salud y el desempeño exitoso de la gente. Si usted no lo logra, mejor busque ayuda profesional pues se está perdiendo uno de los mayores placeres de la vida.