Sonriente, amable y con muchas ganas de hablar. Así se mostró anoche la cantautora española Rosana en una conferencia de prensa.
La actividad formó parte de la agenda promocional del concierto que la ibérica ofrecerá mañana, a las 8 p. m., en el Teatro Melico Salazar. A continuación, un extracto de sus respuestas a
Será un paseo lógico por
Es el deseo de salvar al mundo que espero que llegue. No estoy saludando al mundo que existe, porque no me gusta. Merecemos un mundo mejor, tanto para la gente que no la está pasando del todo bien ahora, y la que nunca ha dejado de pasarla mal. Es un disco que intenta empujar y reclamar los valores y los principios que se crearon en algún lugar, y que intenta derribar la desesperanza de un golpe.
Me encanta que eso haya pasado, y es un lujazo cuando se va a un lugar y que la gente quiera compartir la música. Es algo espectacular. La gira está hecha para viajar, promocionar y conciertos, por lo que no hubo tiempo para meter un segundo concierto, pero amenazamos con volver pronto y más veces.
Primero, espero no equivocarme como jurado (se ríe varias veces). Nunca entendí lo que era bueno y lo que era malo, sino lo que me emociona y lo que no; sé lo que me pone la piel de fuego y lo que no lo hace.
Tengo la fea costumbre de meter en mis álbumes lo mejor que tengo en el momento. No sería justa porque, ¿en qué me baso: en las canciones que más me han emocionado; en los discos que más han vendido o en el que ha hecho la gira más extensa? Es difícil. Espero que mi mejor disco siempre esté por hacer.
Fue como una especie de apisonadora. El disco salió a las 10 a. m., y a la 1 p. m. no quedaba una sola copia en el mercado, y tuvo un récord de ventas. Eso no se lo deseo a nadie con un primer disco, por esa rapidez. Sí se lo deseo en el tercero o cuarto, cuando uno ya tiene más conocimiento, un equipo hecho y sabe lo que es hacer promoción y entrar a una lista de ventas.