Este nuevo territorio fundado por Juan Carlos Ureña y Jeana Paul-Ureña se llama
Sin tener que mostrar su pasaporte, pasan serenamente por ahí el deseo y la soledad para asistir a un baile cuando es de
Es que 12 historias, un poema y once canciones conforman
Para Juan Carlos Ureña la sumatoria personal es diferente. Es su producción número once. Eso sin agregarle que ha grabado un jugoso lote de canciones sueltas, a lo largo de una carrera que comenzó hace unos 20 años atrás, cuando al lado de Oveja Negra abría espacio para una canción costarricense combativa, pero amorosa.
El concierto está programado para las 9:30 p. m., en el Jazz Café Escazú, y tocarán los Ureña acompañados de varios de los músicos que grabaron en esta aventura: María Pretiz, Wálter Flores, Bernal Villegas, Gerardo Mora, Marco Navarro, Checko D’Ávila, Óscar López Salaberry y las cantantes Rocío Morera y Elena Zelaya.
También grabaron Erasmo Solera, quien aportó los violines y violas; Gabriela Alfaro, que puso al servicio del
“Tocar con músicos de tan profesionales siempre es un aprendizaje para uno. Volver a trabajar con Bernal Villegas fue muy rico y conocer a un Erasmo Soler fue gratificante. Esa zampoña que tocó Bernal Monestel en
Sí, hubo un giro importante en el sonido de los Ureña, en este quinto disco que es
Los cuatro anteriores habían llevado a este matrimonio de músicos a mostrar casi en actitud paralela sus diferentes influencias, pero ahora, son amalgama perfectamente bien llevada. Y eso es mérito de quien dirigió y arregló las canciones: María Pretiz, y de quien fue quisquilloso como ingeniero de grabación, y ese fue el varias veces premio Grammy, Wálter Flores.
“Dejamos que María (Pretiz) decidiera. Confío plenamente en María, conoce mis canciones a la perfección, desde la época de Oveja Negra. Puede prever por dónde se irá mi canción. Y a Wálter (Flores) fue hermoso verlo cómo se entusiasma, y si era necesario grabar una y otra vez lo hacíamos para que quedara, según su criterio, perfecto”, contó y reía a ratos Juan Carlos Ureña.
Este nuevo sonido era justo y necesario para los Ureña. “En los primeros cuatro discos combinábamos nuestros estilos, y logramos desarrollar un estilo juntos. Eso es lo que creo que pasa en
Todo parece indicar que sí. La canción que le da bautismo al álbum lo dice todo. El disco no lo menciona, pero
“No lo había dicho antes. Escribí la canción porque hace años atrás vi en
“Bien puede ser una canción de amor, porque amor es también buscar ese espacio que debemos construir todos los seres humanos, un lugar con justicia, felicidad, igualdad y luz”, dijo Ureña.
Y el disco es eso: un espacio para recrear los ánimos y los valores necesarios para pensar en una convivencia, y un actuar individual, amoroso, armonioso, coherente.
Así, hay canciones jóvenes en este disco, como
Y como en un contrapunto está
De su época con Oveja Negra rescató
Conmovedor es el abordaje de
“Hace unos años Juan Carlos y yo fuimos al oeste de Texas, y encontramos un museo perdido en un pueblo. Ese lugar era un campo de concentración para ciudadanos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial”, contó Jeana,
“Esa historia me pareció triste y, dos años después, Juan Carlos compró en Costa Rica las memorias de Virginia Grutter y hablaba de ese campo de concentración. Su pasión y su fuerza me parecieron una lección de lucha y esperanza”, confesó Jeana Paul-Ureña, quien además interpreta
De la época en que esta ciudadana estadounidense aún no había conocido a Juan Carlos Ureña, el disco rescata
Juan Carlos Ureña le puso recientemente la letra y