Es hora de Cultura Profética

Le llegó la hora a Cultura Profética para desquitarse, con música, por supuesto. La banda puertorriqueña de reggae fusión, quizá una de las más finas del territorio de habla hispana, podrá, ¡al fin!, dar conciertos en Costa Rica a pierna suelta, como le gusta.

El año pasado, la banda estuvo en el Irie Fest, en que compartió cartel con varias formaciones más , y tras librar algunos tropiezos en su llegada al país, no tuvo la oportunidad de extenderse en todo lo que su actual tour de La dulzura la tiene acostumbrada.

Sin embargo, hoy en el club Vértigo –paseo Colón– y mañana en el Rancho Tamarindo –en Tamarindo, Guanacaste–, será el “desquite”, el matar aquellas ganas con las que se quedó la formación de Canción de alerta.

Así se lo confesó a Viva en una entrevista, Willy Rodríguez, cantante de Cultura Profética.

“En nuestro caso ha pasado tanto tiempo entre visita y visita que se queda uno con esa hambre, con esas ganas de poder llegar a regar nuestra música por allá”, confesó Rodríguez.

De ayer y de hoy. La entrega, entonces, será extensa.

Por lo bajo, Cultura Profética, cuando el concierto es solito de ella, se manda durante una hora y media. Y si el público entra en sintonía con la banda y ella encuentra un clic en su corazón, la entrega podría ser de hasta dos horas y media.

Repasará la banda canciones fundamentales de toda su discografía, ese es el caso del Verso terso, pero también abordará, porque La dulzura lo reclama, temas de ese que es su más reciente álbum.

Podrían sonar temas como Ilegal, La complicidad o bien Somos muchos, adoptada por los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico como himno por la igualdad social.

Será la banda nacional Ojo de Buey la que abra los conciertos.

Según informó Ernesto Alvarado, productor a cargo, la apertura de puertas en ambos locales será a las 9 p. m. y Ojo de Buey tocará a las 10 p. m. mientras que Cultura Prófética tomará el escenario a las 11:30 p. m.

No está permitido ingresar a los lugares con bebidas, alimentos. armas u objetos que pongan en riesgo la seguridad de los demás.