Mägo de Oz ha sido siempre así: un crisol. En medio de las guitarras duras y una batería veloz, de repente, se asoma un violín; y lo mismo canta de una noche de juerga que de la preocupación por una humanidad que se devora a la naturaleza con la misma facilidad que se deshace una rosquilla en una taza de café.
Con 22 años de edad, Mägo de Oz tiene algo muy serio dándole vueltas en el entrecejo: la crítica a la muerte del planeta porque, finalmente, acabó la trilogía que empezó en el 2003: Gaia. A principios de año apareció Gaia III. Atlantia, que cierra el triángulo que tiene por otros vértices al Gaia (2003) y al Gaia II. La voz dormida (2005).
El álbum, que se compone de 16 canciones distribuidas en dos discos compactos, le ha abierto a Mägo de Oz nuevos caminos.
Quizás por las guitarras altamente distorsionadas y el contenido un tanto oscuro de las letras, los expertos han dicho que este es el álbum más heavy metal del Mägo.
¿Será así? Frank, guitarrista en la banda, conversó ayer con Viva y desmenuzó el álbum que traen bajo el brazo para el concierto del próximo 8 de diciembre en el Palacio de los Deportes, en Heredia.
Es que como crisol que es, ecléctico, el Mägo de Oz se da rienda suelta en el Atlantia para experimentar. Claro, sin perder aquellos nutrientes salidos, quizás, al amamantarse de Iron Maiden, Helloween, Deep Purple, Barón Rojo, Rainbow, Stratovarius y otros tantos colegas más.
La trilogía de Gaia coqueteó con el Mägo de Oz durante siete años. Una relación de tal edad iba a dejar, lógicamente, sus consecuencias, que para el caso de la banda española son frutos dulces. Prueba de ello es Gaia: Epílogo, disco que, como bien confiesa Frank, contendrá canciones que quedaron fueran de los Gaia. Ese es el caso de In memóriam o Cuanto cabe en un adiós.
Han pasado algo más de dos años desde la última visita de Mägo de Oz a Costa Rica ¿Está vivo en la banda el deseo de volver?
Todos los años en nuestras giras a América procuramos que esté Costa Rica entre los países que visitamos. Se lo debemos a los fans, pero es también un país que nos fascina. Procuramos, además, que nos queden días de descanso porque es un país espectacular.
¿Y será así? ¿Se tomarán unos días para descansar aquí?
Espero que sí. Llevamos dos semanas en América y tan solo hoy es el primer día de descanso pleno (en México). Si no nos da tiempo de llegar a Manuel Antonio (en Quepos, Puntarenas), al menos queremos compartir con amigos allá.
Costa Rica está en este momento un tanto maltratada por unas terribles inundaciones.
Estamos enterados de eso. Vosotros podéis sacarlo adelante porque sé que amáis vuestra tierra. Galicia es una zona en que llueve mucho y es preciosa, y me lo decía mi tía: “Es el precio que hay que pagar por un lugar bonito”; y a veces no hay quien pueda salir a la calle. Desde aquí les enviamos todo el cariño y todo el apoyo de nosotros para que salgan adelante.
En el 2008, última vez que vinieron, lo fundamental para Mägo de Oz fue La ciudad de los árboles. Esta vez viene con Gaia III: Atlantia. ¿Cómo llegan al cierre de la trilogía?
Llegamos con muchas ganas. Hicimos toda la trilogía con mucha calma porque era casi un subsello dentro de lo que hacemos; implicaba algo más serio, a nivel de composición y musicalización.
“El Gaia II había tenido una gran repercusión entre los seguidores y queríamos hacerlo bien. Y, fuera de modestia, creo que cerramos la trilogía con alta nota.”
Le sacaran más partido pues viene el Gaia. Epílogo.
Contiene temas que no quedaron en los otros Gaia, no por falta de calidad, sino porque, por ejemplo, ya había dos baladas en el Gaia II. Son nueve temas nuevos, alguna versión y otros trabajos que hemos hecho para proyectos paralelos. La trilogía fue un trabajo arduo del cual estamos muy orgullosos.
Interesante la forma en la que presentan el Atlantia. Un texto que empieza con “Se calcula que las hormigas del planeta pesan lo mismo que la humanidad (...)” y cierra con “sólo gastamos, somos los más grandes consumidores y, sin embargo, nadie nos consume. ¿O si'?” Esta es la oportunidad para hablar al respecto.
Es la forma novelesca que tenemos de expresar las cosas. Y hay una frase en el disco que es una gran verdad: ‘el que está escupiendo a la Tierra se está escupiendo a sí mismo’. Y más en un país como Costa Rica lo tenéis que entender.
“En Gaia hay un mensaje ecológico importante en un momento en que se están superponiendo intereses de petroleras o de otros poderes por encima del de conservar algo tan bello como es nuestro planeta.
“ Y ese amor por el planeta es lo que nos impulsó a hacer Gaia. Al margen del contexto novelesco de esta trilogía, hay un mensaje muy importante que es el amor y el cuidar la naturaleza y el mundo que nos rodea. Igual que la Pachamama, que la Madre Tierra, Gaia tiene el poder de rebelarse y nosotros (los hombres) somos algo muy pequeño pero muy dañino.
“Ese es el símil de las hormigas. Ese mensaje lo dejamos encima de la mesa para que el oyente tome partido, o bien no. No pretendemos aleccionar ni adoctrinar, ni predicar pero sí plantear problemas”.
Conociendo la discografía de ustedes, me da la impresión de que dejan la diversión y la juerga para ponerse serios con los Gaia.
(Ríe). Tienes mucha razón. Es verdad que tenemos esa dualidad: por un lado, el mensaje poético que se nos junta, muchas veces, con el cachondeo (diversión y broma). Y el ser humano es un poco así también. En Gaia III eso ve en Ayahuasca, con la que decidimos romper un poco la seriedad y la pomposidad con un tema de pura juerga.
Por temas como Vodka n’ Roll –una polka rock– y Mi hogar eres tú –muy influenciada por el rock and roll de los años 70– se ha dicho que en Atlantia Mägo de Oz se aleja de lo barroco y gótico del Gaia II. ¿Sienten ustedes que es así?
El Gaia II hacía referencia a una época de torturas y muy oscura, y se prestaba para lo gótico. En Gaia III, demostramos que somos un grupo actual, en el sentido de que hacemos la música que oyen los chavales (jóvenes). No nos hemos quedado estancados ni en 70, ni 80, ni 90. Somos un grupo vivo.
“El tema Atlantia, por ejemplo, es ópera rock , mientras que, en Vodka n’ Roll toma menos importancia el violín, que es característico de Mägo de Oz, y aparece al acordeón. Bebemos de diferentes fuentes y seguiremos investigando.”
¿Esto de ser ecléctico le ha dado apertura de difusión? Fueron nominados a los premios Orgullosamente Latinos.
Aunque Mägo de Oz es una banda que sale del hard rock de los años 80, hemos experimentado y eso nos ha permitido estar acordes con el siglo XXI. Tenemos un eclepticismo revestido con sonidos modernos y una producción muy buena.
“Estar nominados en premios más o menos comerciales o en certámenes que se salgan del rock o del heavy metal, es para estar orgullosos. Hemos sido muy criticados por eso porque parece que el mundo del rock tiene que estar en la sombra. El rock sigue siendo vetado en la tele y en la radio y, cuando se da la oportunidad de que más gente te escuche, ¿qué tiene eso de malo?