Cinco años lleva esta deuda esperando ser saldada. No, nadie se hizo el tonto, fue que el universo no terminaba de conspirar a favor, para que el costarricense Arnoldo Castillo y el maestro mexicano de la música romántica, Armando Manzanero, tomarán de una vez por todas a este toro por los cuernos.
Quizás no era el momento. Parece que el momento es ahora y por eso, Manzanero vino a Costa Rica el fin de semana para poner los puntos sobres las íes.
Y en el proyecto ya se queman las pestañas los arreglistas ticos Fidel Gamboa, el mismo Orozco, Carlos Guzmán, Luis Monge y el español-mexicano Rossino Serrano.
Además de temas de Manzanero,
Es que este es un cuento. Empezó a escribirse en el 2004, cuando Arnoldo Castillo y Armando Manzanero participaron en el concierto que la Orquesta Filarmónica dio en el Melico Salazar, el 13 y el 15 de agosto.
Para cuando fue octubre del 2004, Castillo y Manzanero se vieron en México y fue ahí donde Manzanero conoció
En el 2005 corrieron las notas en los medios acerca de que el tico y el mexicano harían un álbum juntos. Y así se estuvo, en este teje y maneje, casi dos años.
“Sí, surgió una gran amistad entre los dos y al maestro Manzanero le gustó mi disco
Y es que en esa frase del tico hay otra clave:
Para aquel álbum, el
Así que, el
¿Relación? ¡A todas luces! Manzanero había sido el productor, en 1992, del disco
A pesar de todos los años que tengo (cumplirá 75 el 7 de diciembre) soy un apasionado, de hacer producciones con gente joven y de cualquier país del mundo.
“Poca gente sabe que Costa Rica tiene un lugar muy importante en mi vida. Cuando esta cantante mexicana, Angélica María, surgía en los años 60, Costa Rica fue el primer lugar donde viajé como acompañante de esta señora.
“Le voy a hacer historia. Había un cine, Raventós, que era donde veníamos a trabajar, y acababa el Irazú de enojarse (1963). Lanzaba cenizas y todos los días había ceniza en la calle. A Costa Rica la tengo muy dentro de mi corazón”.
Claro, Costa Rica ha sido siempre un país donde la música ocupa un lugar primordial en la vida y en el alma de cada ser humano. Por eso estoy aquí.
¡Claro que sí! (se sonríe). Y también tengo muy presente que hace como unos cinco años hice un disco con ese grupo tan maravilloso que es Éditus (
Pues sí, con Marvin Araya (el director). La historia musical entre Costa Rica y yo es muy unida.
Ya ni siquiera existe el reto. Un reto sería si uno tuviera muy difícil la situación, y en este caso es al contrario. Vamos a ser optimistas y desde ya vamos a decir que tendremos éxito asegurado, porque todos los elementos son sensacionales.
“Vamos a trabajar en un estudio maravilloso del maestro Orozco (Alex), es una delicia trabajar con él y en una sala que está al nivel de cualquier parte del mundo (Estudio The Mix). Estaremos con músicos que cada uno es especialista en su instrumento. Y la parte primordial: un buen repertorio y un gran cantante (Arnoldo Castillo)”.
Va a escuchar usted un tema no muy conocido que se llama
“Va a estar esa canción que hizo éxito Luis Miguel
Me hace inmensamente feliz. Siento otra vez esas ganas de trabajar con todo si es bueno. Cuando hay un proyecto que no va con lo que yo siento... (guarda silencio y hace una ligera mueca).
(Suelta una carcajada) Me lo guardo y ya.
No, ya Arnoldo (Castillo) me lo había dado todo. No había ninguna canción que se pudiera tachar. La música costarricense que vamos a grabar es muy, muy, bella.
No, no no. Todo lo vamos a hacer acá (en Costa Rica). Vamos a trabajar con Luis Monge, con Alex Orozco, con el maestro Gamboa (Fidel) y así otros más. Solo vamos a trabajar con un español que hace mucho vive en México que es Rossino Serrano.
Sí, es que trabajar con gente talentosa es muy fácil.
Va a sonar muy joven, muy pop. El problema de un gran cantante como Arnoldo (Castillo) es que a veces es tanta la musicalidad que tienen, que hacen más cosas de las que una canción necesita. De eso me encargaré yo.
No lo pienso. El éxito de mis canciones es que trato temas sencillos; hablo un idioma que todo el mundo entiende. No me complico. Estudié mucha música, y me da pena decirlo, pero tengo muy buen gusto en todas las cosas que vivo, y amo con pasión lo que hago.
Escribir para un señor que hace canciones, poemas y libros es como respirar. Es necesario. Para vivir hay que alimentar los pulmones y la sangre de oxígeno. Y así pasa con la escritura, es muy difícil evitarla porque siempre hay un tema que tratar. A veces uno piensa que ya escribió todo y resulta que no.
Creo que he escrito muchas.
Lo que hago siempre: cantar por todo el mundo. Ahí le va: el jueves voy a cantar en Oaxaca; el viernes en Cuernavaca; el sábado en (Puerto) Vallarta; el domingo no sé donde y el lunes por Salina Cruz y así voy de jueves a jueves.
Me cuido. Duermo bien, como bien, me tomo una copa nada más de vino al comer o una de tequila si es comida mexicana. Tengo una mujer muy hermosa, unos nietos, unos hijos y una niña que amo con toda mi alma.
Esa es la mejor amante que tengo. Es la única que no me cruza las piernas nunca.