3/7/12, Escaz bello Horizonte, agrupacin nacional, Electric creatures. en la foto uan Carlos Dijeres foto Adrin Arias (ADRIAN ARIAS)
Literalmente, a The Electric Creatures se le entra por la cocina. La base de operaciones de esta banda nacional, corta en edad pero grande en experiencia de sus cabecillas, tiene su centro de operaciones en la parte baja del Craic Irish Pub, en el josefino barrio La California.
Ahí habitan estas criaturas de particular rock and roll alternativo. Se entra al bar, hay que acercarse a alguien que está al otro lado de la barra; da uno casi que el santo, seña e identificación. Después de un minuto sube el enlace, su mánager, y el camino está abierto. Se atraviesa la cocina –en el freidor están las papas que han puesto a correr la voz de que el Craic se come bien– y viene la escalera de caracol, con todo y sus mangueras de luces en enredadera, que lleva a la cueva de estas Criaturas tan Eléctricas.
El proyecto comenzó en el 2009, sin ánimo de nada. Henry D’Arias –un Índigo y también durante años un Trival– y Juan Carlos Díjeres, quien entre otras filas se le ve en los Draconian Incubus, se juntaron para, lúdicamente, sumar ideas, posibilidades, sonoridades.
Poco a poco, se fue armando una banda; primero, fue un cuarteto, luego los siete que son hoy.
Trabajaban de bajo perfil; un buen día crearon una cuenta en Facebook y, de ahí en adelante, su música y el rumor de que existían se extendieron como un virus.
En cuestión de días, de semanas, empezaron los ocho temas que conforman el disco debut , The Electric Creatures , a hacerse notar.
Y la estocada final la dio la banda el 27 de julio cuando se dejó ver en vivo, y completa, protagonizando la serie Rock en el Farolito, del Centro Cultural de España. No cabía un alfiler esa noche en el patio de la institución cultural.
Había exceso de músicos entre el público, ¿quizá los atrajo una figura clave del rock alternativo? Ese es Henry D’Arias, hombre de largo camino en esas andanzas.
Y aquella noche en Rock en el Farolito llovieron las palmas para temas como Tree , Tomadoes , Suicidal Angel o Casualties .
Han ido las Criaturas marcando tendencia, han creado campañas para redes sociales en las que sus seguidores se toman fotografías con un símbolo: una calcomanía que dice I am a Creature .
Y si ahora usted ve en la calle a alguien que saluda diciendo: “entonces, ¿qué, criatura?”, dé por un hecho que se sumó a lo que está formación está haciendo.
Es que, naturalmente, se han rodeado hasta de fotógrafos especializados en conciertos, como Gerson Vargas, quien los sigue como una sombra documentando por puro amor a la causa desde conciertos y ensayos hasta entrevistas.
Rock , Indie , Brit-rock , folk , blues y música americana, rock and roll ... muchas corrientes confluyen en las Criaturas.
En su cueva, lo conversan Henry D’Arias y Juan Carlos Díjeres. No fue difícil atravesar la cocina y bajar a interrumpir el ensayo.
Henry: ¿Cómo llega hasta esto que son las Criaturas?
Después de muchos años de trabajo, de estar buscando lo que quería hacer; de sacrificios, de tocar duro y a veces ante nadie; de llevar palo y de tener buenos momentos.
Cuando terminaron de tocar en Rock en el Farolito, que es su debut dentro de la escena, me acerqué y le dije: “Creo que al fin encontró el sonido que buscaba”. Hoy, ¿está de acuerdo con mi afirmación?
Henry : Totalmente. Siento que me reinventé; haber agarrado otra vez la guitarra rítmica abrió una retroalimentación entre la música y yo. Siento que encontré lo que andaba buscando hace tiempo.
Esto no es un halago, sino una apreciación: es una de las figuras fuertes de la escena alternativa. Eso es una cruz pesada; ¿la carga en este momento?
Henry : Claro que sí, pero con este proyecto ni se siente. Es como una pluma, pero sí hay una cuota de responsabilidad; sobre todo en eso de que uno siente que no puede defraudar a la gente que lo ha venido siguiendo a uno por años.
¿Cuáles de sus muchas influencias musicales puso en la receta de The Electric Creatures?
Henry : Hay cosas que siempre están ahí, Beatles, (David) Bowie, pero volví a descubrir cosas como Marc Bolan, y el blues . Es difícil de creer, pero somos fanáticos de las Estrellas de Fania pasando por Joy Division...
No escucho entre esas influencias mencionar a Índigo o Trival.
Henry : (Ríe) En su momento fueron bandas que me aportaron mucho, pero ya me reinventé.
¿Hubo premisas cuando se dio, naturalmente, que se juntaran ustedes dos a trabajar?
Juan Carlos : Sí, la premisa fue: vamos a hacer canciones que con solo una guitarra se puedan tocar sin depender del instrumento.
Entonces, no está mal decir que las canciones de las Criaturas nacieron del principio de la sencillez.
Henry : ¡Exacto! Y para mí fue un redescubrimiento porque fue regresar a la esencia de la canción.
Juan Carlos : Cambiamos, totalmente, la forma en que trabajamos con nuestras anteriores bandas. No lo tomés a mal, pero dijimos: “Vamos a botar a la basura todo lo de antes; vamos a empezar de cero”.
Cambio de chip...
Juan Carlos : Sí, la verdad dejamos atrás las poses y nos dedicamos a hacer el rock and roll que nos gusta. Venimos aquí (al Craic) y nos ponemos a oír toda la noche a Johnny Cash.
¿Y en ese cambio de chip cómo fue el proceso de componer?
Juan Carlos : Fue un trance...
Henry : ¡Ah! Fue todo un proceso hipnótico.
Juan Carlos : Mirá, un día yo nada más cantaba y Henry tomaba apuntes. Terminé y le dije: “¿Y cómo fue lo que hice’” y me dijo, viendo los apuntes: “Así”. O un día, Henry cantaba y le dije: “¡Suave! Quédese así’, le puse un micrófono y así nació The Silent Breeze .
Juan Carlos, ¿es la mano que mece la cuna?
(Ríe) Quizá sí. Hay mucha mano detrás del proyecto y una visión que hemos conceptualizado todos. Pero sí hay muchas ideas mías.
¿Por qué las Criaturas lo entusiasman más que otros proyectos?
Juan Carlos : Porque esto es lo que siempre habíamos querido hacer. Ha sido tener carta blanca para todo lo que se nos ocurre.
¿Son las Criaturas producto de las circunstancias?
Juan Carlos : Sí. Cuando empezamos el proyecto, no esperábamos ni tener una banda; eso solo pasó. Y la gente se ha ido sumando de manera espontánea. Ofrecemos rock and roll del bueno, bueno, del que huele a whisky y apesta a humo.
Me evitó la pregunta tonta del periodista que no sabe nada de nada: defina el concepto musical de su banda.
(Se ríe) Nos nutrimos del rock and roll y nos nutrimos de lo que sea. Quisiera que fuera como dice Henry: unas Estrellas de Fania a lo rock and roll . Tocar y hacer sudar a la gente casi de forma eléctrica.
Entonces, ¿qué fue esto: química, trance o se les alinearon finalmente los astros?
Juan Carlos y Henry (en coro): Química. Somos una familia; sino trabajamos, estamos haciendo algo juntos. Pero esa es la clave: somos una familia.