A sus 17 años, a Kerry King no le pasaba por la cabeza lo que iba a ser tiempo después: él y Jeff Hanneman pusieron la semilla de la banda considerada una de las maestras del thrash metal. Esa es Slayer, banda estadounidense que pertenece a The Big 4 (Los Cuatro Grandes).
Sí, era un adolescente Kerry King cuando armó una banda y era con covers con lo que mataba fiebre. Hoy, el panorama es otro y la vida del guitarrista está llena de mitos y leyendas urbanas: que es un hombre oscuro o se detesta con Dave Mustaine, líder de Megadeth banda por la que King pasó.
A la luz del concierto que la banda estadounidense dará este 17 de junio en el estadio Ricardo Saprissa, y que completa la visita de The Big 4 a suelo tico, Kerry King le dio una entrevista a Viva.
¿Qué significa para Slayer llegar a nuevos lugares con su música?
A mí me emociona que cada año todavía podemos descubrir nuevos lugares, donde no hemos tocado aún. Estoy ansioso de tocar en Costa Rica. Me encanta salir de tour... bueno, en realidad odio los tour, pero sí me encanta tocar y más para gente nueva que nunca ha tenido la oportunidad de vernos.
Cómo ha sido esa experiencia con el público latinoamericano? A todo el mundo le gusta Slayer, pero cuando tocas en Latinoamérica es mucho más loco.
Usted es uno de los fundadores de Slayer. Como padre de la banda, cómo la ve hoy?
Es difícil decirlo. Si me hubieras preguntado esto cuando tenía 30 años, probablemente hubiera dicho que no habría forma de que estuviera tocando a esta edad. Cuando creces y te vuelves más viejo, tienes una perspectiva diferente de cómo te relacionas con las cosas.
“ Tendré 47 años cuando vaya a Latinoamérica; mi cumpleaños es en junio (el día 3), pero no me siento de 47 cuando subo al escenario, cuando te pones viejo algunas cosas empiezan a doler más, pero solo es cuestión de estirarse un poco más, pero todavía existe ese fuego y esa intensidad de los 20 años.
Slayer es uno de los Cuatro Grandes del thrash metal, junto con Megadeth, Metallica y Anthrax. Qué significa para ustedes formar parte de ese grupo (The Big 4)
Es maravilloso. Recuerdo que el verano pasado le estaba leyendo algo a Dave Mustaine (Megadeth), que decía que éramos las cuatro bandas de metal más importantes de la historia en Estados Unidos y nos pareció asombroso. Sin embargo, no es algo en lo que uno piense; uno sale y hace su show y piensa en el próximo disco, pero, desde esa perspectiva, es un gran halago.
No lo considera importante?
Es bueno, pero, si a nadie se le hubiera ocurrido nombrar a Los Cuatro Grandes, no es algo que extrañaría porque no sabría lo que son Los Cuatro Grandes.
Es grandioso en este momento poder compartir los cuatro el mismo escenario; ojalá lo pudiéramos hacer en todos los lugares y cada vez que me junto con los tipos de Metallica decimos: Hagámoslo en Australia y en Sudamérica para que todos lo puedan ver!
El álbum de Slayer World Painted Blood estuvo nominado al Grammy y llegó a los primeros lugares. Lo ven como el trabajo más importante de Slayer?
Probablemente no el más importante, pero es genial saber que todavía estamos en ese grado de alcanzar el número dos o doce en cualquiera de las listas.
“Significa que estamos haciendo algo correcto y la gente no solo va a los shows para ver los éxitos, sino también para escuchar cosas de los nuevos discos y ver toda nuestra carrera en perspectiva.
Para usted, cuál es el álbum ideal que debería hacer Slayer?
Probablemente sea Reign in Blood (1986), porque se convirtió en lo que sonaríamos por el resto de nuestra carrera; fue el disco que cambió el concepto que la gente tenía de Slayer. Todavía tocamos muchas canciones de ese disco; de hecho, tocamos todo el álbum hace unos cinco años, así que aún es relevante, lo cual es impresionante.
¿Cuán fundamentales siguen siendo las guitarras como base para el sonido de Slayer?
Lo divertido es que cuando estamos en el estudio y las escuchas, se oyen grandiosas, pero cuando las pones en el CD o el estéreo en tu casa, te preguntas ‘¿dónde están las guitarras?’ (se ríe).
“Es una perspectiva diferente y aun cuando estamos mezclando, tratamos de descifrarlo y quemamos un disco y lo escuchamos en el carro para ver qué pasa, pero nunca me siento feliz con el sonido de las guitarras. Me gusta mucho más nuestro sonido en vivo, que nuestro sonido en el estudio”.
Angel of Death es referencia obligatoria para Slayer. ¿Sigue siendo para ustedes una canción importante?
Es como ir a ver a Judas Priest y que no toque Hell Bent for Leather. La única vez en la historia que no hemos hecho Angel of Death es cuando hemos estado en un festival o algo así, porque no es nuestro show. Así que si quieren ver Angel of Death tienen que venir a nuestro show. Pero, en definitiva, la tocamos nueve de cada diez veces.
Slayer se ha tenido que defender de afirmaciones como: “son satánicos”, “apoyan el nazismo”, “son antirreligiosos”. ¿Qué tiene que decir sobre todo esto?
Me parece divertido que la gente tenga que ponerles etiquetas a las cosas; no pueden gustarle solo porque sí y tienen que tener un nombre asociado a eso. Creo que es gente que no entiende lo que hacemos, no leen las letras, solo los títulos.
¿Eso ha cambiado?
Ha cambiado un poco. Ya no es tan fácil causarle shock a la gente como cuando empezamos. Cada año, la gente se vuelve más insensible con tanta violencia, así que surgir con el mismo impacto que lo hicimos años atrás, ya no creo que sea posible.
¿Sigue vivo el roce entre usted y Dave Mustaine?
No le hablé como por 15 o 20 años... Pero, ahora, ya lo tengo en mi teléfono celular.
¿Algún mensaje para sus seguidores en Costa Rica?
Ya tuvieron a los otros tres grandes, así que esta es su oportunidad de ver al cuarto. Si les gustaron las otras bandas, nosotros les vamos a encantar porque somos más intensos; va a ser una gran fiesta.