Da la impresión que el experimento de la OSN y un septeto de
Doy comienzo a estas observaciones resaltando lo anterior pues, quedó demostrado que estas exploraciones de nuestra orquesta mayor en terrenos musicales no habituales, son tremendamente positivas para todos: músicos y público, solistas y compositores.
Las obras musicales de los grandes maestros son fundamentales para el crecimiento espiritual y cultural del público.
No se imaginarían nunca señores como Bach, Brahms o Mahler, lo que han hecho por algunos de nosotros hasta el día de hoy.
Sin embargo, y eso todos los sabemos, el espíritu cambia y sus necesidades de estímulo igual. Suficiente para el espíritu es la belleza, en este caso, el sonido bello, hermoso, constructivo. Un sonido que estimule el pensamiento y deseable sería que siempre lo hiciera de manera divertida.
El experimento consumado entre la OSN y un combo moderno de
Estos dos conciertos con el Combo Nuvo, una de las máximas instituciones musicales de la ciudad de Nueva York, tuvieron la particularidad de conectarnos con los sonidos del mundo en que nos movemos o bien todo lo contrario: estimular la inercia anímica cada vez más frecuente.
Acepto que el repertorio y el evento en sí podrían no haber estimulado a los más tradicionales oídos de nuestra selecta comunidad cultural.
La simbiosis de lo clásico, en todo caso el formato sinfónico con el
Y aquí, efectivamente, se trata de una cosa de gustos. Sin embargo, advierto, que cada vez que la fusión entre el
No hay opción para la mediocridad y lo comprobamos el domingo pasado. Música amable, definitivamente, mas no por ello ligera.
Las composiciones de Dave Shoroeder y Rich Shemaria son ricas en texturas, divertidas en sus giros temáticos y en las dinámicas.
Para la OSN y su director invitado, el maestro Marvin Araya, además, todo un reto de volumen que, salvo algunos instantes en los dos primeros temas (
Del Combo Nuvo ya conocía algunas cosas. De hecho su producción titulada
Este trabajo de Schoroeder y Shemaria se ubica en la trayectoria y herencia que han dejado grupos como Flim and the Bb’s, Paul
Winter’s Living Music, Claus Ogerman y el tratamiento sinfónico de la música brasileña, especialmente la de Antonio Carlos Jobim.
Igualmente, ayudaron a romper esquemas personalidades como Jacques Loussier y su exquisito trabajo sobre la obra de J.S.Bach ,y por qué no, aquellas maravillosas
Todas estas obras tienen la gran propiedad de hacernos sentir y mirar el mundo que nos rodea de otra manera y obligarnos a cambiar de piel. Con el Combo Nuvo y la OSN la epidermis del público padeció lo que una planta con la lluvia y el sol.
Feliz aniversario al Centro Cultural Costarricense Norteamericano en sus 65 años y gracias por el jardín de sonidos que nos obsequió.