Antes de comenzar a tocar sus congas, bongós, tumbadoras y otros instrumentos, entre ellos todo es bromas, risas y hasta compartir un yuplón.
Sin embargo, cuando Carter Guayabal les marca el comienzo de la música, todos se concentran en ofrecer lo mejor de su talento.
Ellos son Los Rumberitos, grupo de 10 estudiantes de la Escuela de Puerto Viejo, que encontraron en la música un espacio para desarrollar nuevos talentos y, al mismo tiempo, aprovechar positivamente los espacios de ocio y fortalecer su amistad.
En dos años y medio de trabajo, el grupo cosechó aplausos y fructíferas experiencias. En su historia, tienen participaciones en el Festival Nacional de las Artes (2013), en el Festival Internacional de Calipsonian Walter “Gavitt” Ferguson en Cahuita; en el Festival Arte Viva, en Puerto Viejo; en Enamorate de tu Ciudad, en San José, y en muchos otros lugares.
Ismael Brown, ameno estudiante de sexto grado, resumió de forma simple la filosofía del grupo: “Somos un grupo de niños y amigos que nos gusta disfrutar la música e ir a diferentes lugares”.
Entre el repertorio que interpretan, principalmente con instrumentos de percusión, hay temas como Oye cómo va , La bomba , Rice and beans y su canción emblema ¡Llegaron los rumberitos!
Esos contagiosos ritmos no llegan solos; Brandon Williamson, estudiante de quinto grado, agregó que ellos también bailan calipso, merengue y otros ritmos. ¿Cómo aprendieron? Con naturalidad respondieron que solos, viendo a otras personas.
“La mejor experiencia fue en el Festival de las Artes (Ciudad Colón, 2013). Vimos a muchos grupos que nos gustaron. También nos gustó mucho porque nos quedamos en un hotel muy lindo y, cuando nos presentamos, la gente nos aplaudió. Solo en la prueba de sonido llegaron muchas personas a vernos”, recordó Julvin Palmer, de 12 años.
Precursor. Detrás de esta iniciativa está el aporte de Guayabal, quien comenzó a enseñarle percusión a los menores, como parte de un programa impulsado por el Programa Nacional para el Desarrollo de las Artes Escénicas ( Proartes ).
Al principio se enfocaron en canciones tradicionales afrocubanas; luego, recibieron la ayuda de Mateo Wait; con él, comenzaron a implementar ritmos como el calipso y el son.
El nombre del grupo, según recordó el profesor Guayabal, apareció luego de que cantaron en público una canción que decía: “¡baila rumberito!”
“Les encantó tocar en público y recibir el aplauso. Luego de la primera vez, comenzaron a recibir invitaciones para ir a eventos locales. Aprenden muy rápido y cada vez tocan ritmos más complicados”, aseguró el profesor de Los Rumberitos.
Estos niños ejemplares de Puerto Viejo quieren seguir creciendo musicalmente; por lo pronto, sueñan con poder incluir en sus filas otros instrumentos, como trompetas.
En el futuro cercano tienen pendiente una presentación en Bribri, de Talamanca, y otra en la final del Festival Estudiantil de las Artes, del Ministerio de Educación Pública.