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Al ser las 1 a. m. de la madrugada de ayer, el jamaiquino apareció por fin en el escenario para hacer su descarga de
Sean Paul apareció con un cambio de
Vestido con una
Con
De inmediato, empezó a sonar su tema
“Costa Rica, los quiero escuchar más alto”, le dijo Sean Paul al público y la gente empezó a levantar sus manos al aire y a moverlas al ritmo de la canción.
Mientras el músico seguía con el recorrido por su contagioso sonido, alguien del público le tiró un enorme sostén color piel, el cual sostuvo en su mano por varios minutos.
Otro de los temas más coreados fue
“¿Chicas sexys, están listas para mí? He visto muchas caras bonitas entre la multitud”, gritó el intérprete mientras con su mirada recorría a quienes estaban en las primeras filas de la tarima principal.
Fue con un extracto de un tema prestado, el
Algunos empezaron a agitar sus latas de cerveza en círculos ocasionando pequeños remolinos de esa bebida que mojaban a quienes estaban a su alrededor.
Sean Paul invitó a una de sus bailarinas para que volviera al centro del escenario y lo acompañara para demostrar sus habilidades.
La mujer no dudo en agitar su cuerpo a velocidades inimitables y hasta terminó acostada en el suelo con sus piernas en el aire sin dejar de moverse un instante. El público la premió con gritos y aplausos.
Sean Paul luego recordó la primera visita que hizo al país en 1999, cuando apenas empezaba a hacerse un nombre en la escena musical internacional y agradeció por el apoyo que el público tico le brindó desde el primer día.
Luego empezó a cantar
En medio de los éxitos más conocidos del jamaiquino, también hubo espacio para presentar algunos de los temas que componen su más reciente producción discográfica llamada
Tal fue el caso de
Sean Paul empezó a tirar pequeños paños blancos a la gente, la cual se peleaba por atraparlos y guardarlos como recuerdo de esa cálida cita con el
Otras de las canciones más recientes que también hicieron su aparición el Festival Espinar fueron
Además de entregar su energía en el escenario, el artista sacó unos discos compactos y empezó a regalarlos entre quienes estaban en las primeras filas. Incluso “regañó” a un hombre que se dejó el disco que le quería dar a una joven.
Cuando ya llevaba más de una hora en el escenario, algunos pocos empezaron a abandonar el lugar, pero los que quedaron no dejaron de bailar, en especial cuando llegó el turno de
El último tema de la noche fue el
Algunas banderas y camisetas de Jamaica también llamaron la atención entre la multitud.
Sean Paul concluyó su participación y todo indicaba que volvería para despedirse con otro tema, pese a que la gente permaneció en el lugar, el cantante no volvió a aparecer en la tarima. Eran las 2:15 a. m.
Sin embargo, eso no significó el final de la fiesta, ya que muchos se quedaron en el lugar a la espera de los primeros rayos del sol.
También Banton y Toledo lograron encender al público con una presentación de unos 50 minutos en la que no bajó la intensidad con temas como
Ellos dedicaron el tema
A las 4 p. m. se abrieron las puertas para recibir a los más apuntados con música de varios Dj.
Unas tres horas después, el lugar se veía bastante vacío, pero la gente no dejaba de llegar. Ya para las 10 p. m. el lugar estaba lleno.
Con dos tarimas, el festival ofreció música de unos doce artistas nacional y el invitado internacional Sean Paul.
La lluvia hizo breves apariciones a lo largo de la velada, sin llegar a caer con fuerza. Sin embargo, eso no molestó a la gente ya que ambas tarimas estaban techadas. No obstante, sí se hicieron algunos pequeños cúmulos de barro en algunos puntos del lugar que solo quienes estaban alertas pudieron sortear.
En general, se observó bastante orden y puntualidad en la actividad. Eso sí, nunca falta algún fiestero que terminara tirado en un rincón abatido por horas de juerga.
Tras el final de la participación de Sean Paul, algunos se lanzaron a los puestos de comida para reponer algo de la energía consumida, otros siguieron refrescando sus gargantas y, quienes decidieron irse de inmediato, lograron salir sin problemas del lugar en busca de descanso, mientras miles permanecieron en la finca para sacarle jugo a la caliente noche liberiana.