Una guitarra, algo de percusión, una computadora que ayuda un montón, voz, intención. Esas son las herramientas con las que el cantautor Pato Torres se toma esta noche la Casa 927.
Ese antiguo inmueble, ubicado en barrio Amón entre calle 3 y avenida 11 –a la tica se diría que 100 al oeste y 50 al norte del INVU–, se renovó a manera de un centro de diseño artesanal, galería y café. Y en esta última de sus áreas, la del restaurancito, el Pato Torres hará lo suyo.
El concierto comenzará entonces a las 7 p. m. en el Café del Patio, que es como se llama el restaurante de la Casa 927. Durará hasta las 9 p. m. y para estar ahí se pagará ¢1.500.
En esta ocasión, Pato Torres irá acompañado por el percusionista Carlos Mesén, que es ahora uno de sus nuevos cómplices de aventuras en los territorios musicales.
Bolero y más. En algunos momentos, la computadora será aliada del Pato Torres; con ella, él hará chill out o se servirá de la máquina para hacer improvisaciones con la guitarra. A todo eso, el Pato les llama “mis travesuras”.
Interpretará boleros necesarios como Eso es imposible y Sabor a mí , y hará temas de su autoría como Cosechándote , Si volvieras , La cumbia y canciones nuevas que viene madurando hace tiempo. Promete un par de sorpresas.
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