Este lazo es fuerte. Durante 10 años en lugar de romperse, se ha hecho sólido; las relaciones con músicos ticos, con productores locales, con diseñadores que habitan aquí y, por supuesto, con seguidores han construido un afecto en firme entre la tierra tica y Nonpalidece.
La banda argentina no olvida, ni por un minuto, cuál fue el primer país al que salió a tocar. Tampoco olvida que estas tierras fueron fértiles para su música en todos los sentidos.
Por ello, la banda celebra una década de estar tocando aquí. Lo está festejando con tres conciertos; el último de ellos es hoy en el Jazz Café Escazú; los otros fueron el miércoles y ayer.
Néstor Ramljak, cantante de Nonpalidece, aborda esa relación que hay entre la banda y Costa Rica.
Creo que lo que más nos marcó fue que Costa Rica fue el primer país al que salimos a tocar. Nos marcó el haber llegado acá y encontrarnos con un público que cantaba nuestras canciones, en otra medida, pero eso fue muy sorprendente. Viajamos tantos kilómetros y ese viaje, con todo lo que implica una salida por primera vez de tu país, lo coronamos con una presentación, recuerdo bien, muy correcta.
”Por un lado, en aquella primera vez, encontramos un público que nos estaba conociendo, escuchando por primera vez. A partir de ahí, empezó a pasar algo”.
Claro. De lo que más valoro de la relación que tenemos con Costa Rica, es la conexión que hemos establecido con la música. Hablo con los chicos que vienen a ver a Nonpalidece en Costa Rica y me hablan mucho de las canciones, de las letras; de que un tema les ayudó en algún momento. Esa identificación hace que los lazos de afecto sean más fuertes.
Claro. El hecho es que en estos 10 años hemos cosechado muchos amigos acá. Gente con la que seguimos hablando o con la que trabajamos, músicos o no músicos. Los últimos diseños de materiales de la banda, por ejemplo, los hace un chico que, no es tico, pero vive acá en Costa Rica. Todo eso hace que consideremos a Costa Rica un país especial dentro de los países donde vamos de gira.
Me siento bien que se dé esa conexión. No sé si llamarlo “realizado” porque el haber llevado este proyecto adelante (Nonpalidece) con un grupo de amigos y poder vivir de nuestra música es ya, para mí, una realización. Lo que vos comentás, que es muy cierto, pienso que tiene que ver también con un buen ánimo a través de la música.