Grande (...) enorme (...) gigante. Los que aún no habían tenido oportunidad de verlo, ayer confirmaron que así de inmenso es el talento musical que hay en el país.
Fueron 27 bandas y solistas los encargados de sacar pecho por la música con sello tico y demostrar que desde aquí se hace
El Festival de Música Nacional convocó ayer a gran cantidad de público, en especial jóvenes, en el nuevo Estadio Nacional, con motivo de las celebraciones de inauguración.
Aunque el lugar no alcanzó un lleno total, los gritos y aplausos de los presentes fueron prueba de que hay público para un concierto de este tipo. Según datos de la organización, en el lugar entraron 24.000 personas.
Una tarima dividida en dos escenarios fue clave para que la música fluyera sin pausas.
Mientras una banda tocaba en un escenario, la otra se alistaba al lado y luego, empezaba su
Quienes llegaron temprano al Estadio Nacional fueron recibidos por una descarga de
Time’s Forgotten tuvo el honor de ser la primera banda roquera en tocar en dicho recinto y le sacaron provecho con su poderío y con temas como
La intensidad se mantuvo alta con Sight of Emptiness y Desnuke, ya que durante sus participaciones los más apuntados armaron un
Marta Fonseca y Amalgama hicieron un homenaje con su
Cuando Akasha salió al escenario, a las 2:20 p. m., muchos de los que huían del sol de la gramilla salieron corriendo para ubicarse lo más cerca de la banda y brincar al ritmo de temas como
“Esta es la primera vez en mi vida que siento escalofríos al salir al escenario”, dijo el vocalista del grupo, Julio Nájera. Su presentación culminó con una sorpresa al invitar a Marta Fonseca en medio del tema
Los encargados de cerrar el primer bloque fueron los músicos de Evolución. Ellos tocaron media hora algunos temas:
Sin pausa de ningún tipo, el segundo bloque empezó cuando la pantalla se elevó y dejó ver a los PatiñoQuintana, cuya presencia también arrancó gritos. Además de sus temas más conocidos
Un mensaje que también dio Humberto Vargas, intérprete de
El cierre del bloque estuvo a cargo de Éditus, reforzado con músicos como Zurdo. Durante media hora aprovecharon para presentar su proyecto Latinoamérica 360º.
Afuera los revendedores ofrecían las entradas de Gramilla a ¢7.000, unos ¢2.000 más del precio original.
Pato Barraza y su 3.0 pusieron la nota política de la tarde al hacer un llamado a censurar a los políticos que incumplen sus promesas y a pensar el voto antes de ejercerlo.
Escats provocó suspiros y gritos con su nota romántica y temas como
Los músicos de 424 tuvieron que competir con el juego de pólvora durante su actuación, en la que mostraron temas nuevos, sin dejar de lado
Los Govinda, Villegas y Parque en el Espacio no permitieron que bajara la energía y echaron mano a su
El Parque tambiéncontribuyó con temas explosivos como
Gandhi utilizó unos segundos de su tiempo en el escenario para hacer un llamado contra la violencia doméstica, antes de descargar éxitos como
El último bloque de la noche fue el de
Moonlight Dub Xperiment aportó su mensaje de conciencia ecológica y un sonido de
Cocofunka hizo un llamado a la paz y la libertad al liberar tres palomas blancas en el escenario antes de entregar su fusión de ritmos.
Garbanzos y Sonámbulo terminaron de armar el baile y la gente demostró que le quedaba energía para saltar al ritmo de temas como
Al cierre de esta edición aún faltaba Percance, que tenía planeada una sorpresa final que incluía como invitado especial al grupo Gandhi en la canción