Nueva York. AP La calle E no volverá a ser lo que era. La muerte del saxofonista Clarence Clemons ha dejado un enorme hueco en la música y las actuaciones de Bruce Springsteen, al privarlo de un intérprete que fue su colaborador leal durante décadas y nunca dejó de dar un toque de alegría a los épicos conciertos de la E Street Band.
Clemons, de 69 años, murió el sábado, una semana después de sufrir un derrame cerebral en su casa de Singer Island, Florida.
No es la primera pérdida que sufre la banda acompañante más conocida y prestigiosa del mundo del rock . El tecladista Danny Federici murió de melanoma en 2008. Steve Van Zandt, el amigo de juventud y socio más allegado a Springsteen se fue durante varios años en los 80 y lo reemplazó el guitarrista Nils Lofgren. Van Zandt regresó y Lofgren se quedó.
La muerte de Clemons lastima a la banda en lo más profundo de su alma. Cada vez que interpretaban Tenth Avenue Freeze-out , después del verso nos mudamos al norte y el Hombre Grande se unió a la banda, se escuchaba un lamento del saxo de Clemens que nunca dejaba de provocar un rugido de los fanáticos. Se conocieron en 1971 en los bares de Nueva Jersey, y dos años después, cuando apareció el primer álbum de Springsteen, Clemons dejó una banda que entonces tenía más éxito para seguir a un nuevo Jefe.
En cada concierto, Springsteen presentaba a los miembros de la banda, acompañando sus nombres con títulos rimbombantes como Amo del Universo y Rey del Mundo . El clímax era siempre la presentación de Clemons.
“¿Tengo que decir su nombre?”, preguntaba Springsteen. ¡No!, rugían los fanáticos. Pero lo decía de todas maneras.
Con flores, velas y fotos se improvisó un monumento conmemorativo en la acera frente al club nocturno Stone Pony de Asbury Park, Nueva Jersey, donde Clemons y Springsteen actuaron con frecuencia durante años.
La muerte de Clemons difícilmente significará el fin de la E Street Band, como insinuó Springsteen en una declaración el sábado en su página de Internet.
“Nos sentimos honrados y agradecidos por haberlo conocido y haber tenido la oportunidad de estar con él durante casi 40 años”, dijo. “Era mi gran amigo, mi socio, y con la presencia de Clarence a mi lado, mi banda y yo podíamos relatar una historia mucho más profunda que aquellas contenidas en nuestra música. Su vida, su recuerdo y su amor seguirán vivos en esa historia y en nuestra banda”.
Pero la pérdida representa un verdadero reto para el futuro de Springsteen, ya que la ausencia de Clemons modificará inevitablemente la dinámica en escena. El saxofón es una presencia tan importante en la música de Springsteen, que es difícil imaginar muchos de sus temas sin él. Será un puesto difícil para cualquiera que lo ocupe.