Tarde pero seguro llegó el Encuentro. A las 8: 27 p.m. de viernes , casi media hora después de la hora citada, Arnoldo Castillo tomaba el teatro Melico Salazar con Recordando mi puerto entre pecho y espalda.
Sí, comenzaba el viernes más esperado para Castillo; el viernes en que presentó el disco Encuentro producido por el maestro mexicano Armando Manzanero en coproducción con el costarricense Alex Orozco.
Tras Recordando mi puerto siguieron Caña dulce y Eso es imposible –de Ray Tico– hasta esa canción con Éditus solito acompañando a Castillo en el escenario.
Para el cuarto tema, Qué bonito seria (sencillo punta de lanza del Encuentro) el escenario fue ocupado por el resto de los músicos, hasta sumar 15 personas en el escenario.
Fueron interpretando Me dijeron que estás bien, No deseo ni pensar, Me quedo callado y Lo que quedad de mí tema en el que, discretamente desde el costado derecho de la boca del escenario, apareció Armando Manzanero por quien llovieron los aplausos que de por sí ya habían sido también recurrentes para Castillo en solitario.
Amar y reír. Con la misma facilidad que le brota amor y desamor a Manzanero por la boca, le emana también el buen humor.
Así que con chistes insertos incluso en estrofas de sus canciones, y con conversaciones graciosas y chascarrillos de sí mismo, el maestro mexicano de la música romántica tuvo su segmento.
Sentado al piano de cola comenzó su actuación con Contigo aprendí. De ese tema en adelante el Melico Salazar no paró de cantar con él; cantó tan fuerte el teatro que hubo momentos en que Manzanero callaba para escucharlo mientras él solo los acompañaba al piano.
Voy a apagar la luz, No –con esa frase dulce amarga de en tus besos no encuentro dulzura porque tus recproches me dan amargura , Esta tarde vi llover, Somos novios y No se tú tejieron el lote de canciones que, en solitario, regaló al Melico.
Adoro fue la canción que invitó a reunirse de nuevo en el escenario a Castillo con Manzanero.
Después de ahí el mexicano dejó libre el camino y Castillo continuó con Dónde, Nos hizo falta tiempo, Por supuesto que hicimos el amor, Es que y Cuando me vaya de aquí –canción escrita por Manzanero y que Castillo cantó junto a su esposa Mariamalia Jacobo–.
El midley de canciones costarricenses fue su cierre: La Patriótica Costarricense, La guaria morada y Amor de temporada.
Se retiró el tico del escenario y llamado por los aplausos regresó para hacer, junto a Luis Alonso Naranjo de Escats, un tema escrito por el mismo Castillo: Aún queda tiempo, de su disco Cómo podrás.
Cerraba con pop contemporáneo un concierto tirado más a la balada tradicional, al folclor y al bolero. Pero la gente tenía hambre aún y al pedir más el broche de oro fue con Castillo y Manzanero repitiendo Adoro. El Melico Salazar les agradeció con ovación de pie.