La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) tiene en frente un nuevo reto: esta vez no se trata de interpretar una de las complejas obras de Béla Bartók o una de las composiciones maestras de Gustav Mahler; en esta ocasión, el reto es ir por caminos poco recorridos, romper el molde y hacer algo distinto: tocar
Pero los músicos de la orquesta no estarán solos... para emprender esta travesía contarán con el Combo Nuvo como invitados, septeto de Nueva York, conformado por músicos de gran experiencia y trayectoria por los senderos del
Para guiar el viaje, estará como director invitado alguien de la casa, el clarinetista de la OSN y director de orquesta, Marvin Araya.
Ellos tendrán la tarea de ejecutar 10 composiciones como
Completan el septeto Mike Richmond (chelo), John Hadfield (percusión), Lenny Pickett (saxofón), Gil Goldstein y Brad Shepik (guitarra).
El resultado del trabajo entre la orquesta e invitados se escuchará mañana y el domingo, en el Teatro Nacional, en uno de los conciertos de temporada especial de la orquesta costarricense.
Los invitados comenzaron este trabajo de
Como son de armas tomar, Combo Nuvo pasó de las palabras a los hechos. Arreglaron varias de sus canciones y las tocaron en concierto con orquestas de los Estados Unidos y, en una ocasión, Perú.
Para comenzar, se trata de obras escritas para ensamble de
Los temas del programa tienen el sello del
Adicionalmente, el director invitado aseguró que se trata de composiciones muy bien escritas, propuestas muy “frescas”, pero de gran complejidad para la OSN.
“La dificultad no radica en la cantidad de notas, sino en lograr el ensamble (orquesta-invitados). Lo complicado es hacer que la orquesta toque y haga que lo difícil suene fácil”, aseguró Araya.
Todos esos elementos son importantes, pero aún más importante para Combo Nuvo es el disfrute del público; particularmente, Rich-mond comentó que si el público que asista al concierto conoce de
Durante el concierto, la orquesta no es un simple acompañante; por el contrario, tiene igual protagonismo que el solista, según el director.
También, existirán momentos para la improvisación, parte de la esencia del
Araya aseguró que sus compañeros se adaptan rápido al
Y, justamente, esa capacidad musical de los miembros de la orquesta fue la que convenció, en parte, al grupo de los Estados Unidos para aceptar la invitación y realizar el concierto.
“En el 2009 se hizo sólida la invitación para venir (...). Dave ya había venido a Costa Rica y sabía que la orquesta (OSN) es muy buena”, recordó el chelista, al consultarle por qué aceptaron la invitación.
Una buena parte de la responsabilidad por el concierto la tiene el Centro Cultural Costarricense Norteamericano, institución que desde hace años promueve la cultura del
Manuel Arce, responsable del departamento cultural del centro, explicó que, desde tiempo atrás, tenían el deseo de colaborar con la orquesta para hacer algo en conjunto. Al final, la oportunidad se dio para la celebración de los 65 años del Centro Cultural.
“Para nosotros era importante hacer este concierto, porque era como un regalo a la comunidad costarricense. El