Por plata y por “otras razones” , Robert Solano no podía ir al concierto de Paul McCartney . Lo admira en el alma, pero las circunstancias de la vida, según él, solo le permitieron pasearse por las filas de fanáticos y ofrecer sus valiosas creaciones del sir inglés.
“¡Una foto!”, gritaban unos fanáticos de la esquina, y Solano, con su camiseta y todo, corría disparado llevando consigo un dibujo de McCartney hecho de cartón.
Su llamativa creación artística, que al final resultó ser el adorno de varios recuerdos fotográficos, le servía de publicidad. Luego de prestar su “McCartney” para la foto, el artista gráfico ofrecía unas estampitas en miniatura del ex-Beatle.
“Son a ¢1.000”, decía Solano y las mostraba con orgullo. Eran creaciones a colores y de muy buen ver.
“La crisis, la crisis, no me permitió conseguir boleto. Estaba muy cara la entrada y las más baratas ya se agotaron. Pero aquí estoy pulseándola”, expresó el particular vendedor.
Solano confesó que tiene siete años de no tener trabajo, pero eso no lo hace bajar la cabeza, ni mucho menos lo hace perder el ánimo. Más de uno le compró las elaboradas estampitas y eso lo hacía feliz.
“También vendo estas, pero estas son de ‘cartofón’. Estas son a ¢5.000”, dijo sacando una bolsa de plástico.
Solano es oriundo de Plaza Víquez y pertenece al grupo de fanáticos Meet the Beatles, de Radio U. Una comunidad que, por cierto, se le había perdido en la multitud.
“Acá los ando buscando y no los encuentro. Espero verlos pronto”, dijo Solano antes de despedirse.
Viejos amigos. Con 35 años de edad, Solano recordó que ha sido admirador de Los Beatles desde siempre o, al menos, desde que tiene uso de razón.
“Como me gusta mucho hacer manualidades y me encanta el grupo, entonces siempre trato de hacer cosas relacionadas con los cuatro grandes”, explicó Solano.
“De hecho, hace poco le hice a un compañero como una gavetica para que él pusiera los discos compactos del grupo. Vieras qué bonito”, agregó emocionado.
Mientras Solano recorría la fila mostrando su dibujo de McCartney, pasaron las horas, los minutos y también la llovizna. Él juró que, en definitiva, no iría al concierto, pero más de uno hizo amagos de ayudarle con la entrada. ¿Quién sabe lo que pasó con Solano? Al rato sí le tocó ver a Macca, la inspiración de sus dibujos.