Limón vibró al son del querido y pegajoso calipso

Cientos de entusiastas limonenses disfrutaron de una velada muy especial en su propio terruño, pues el bajo de cajón, el banyo y el talento de los calipsonians fueron las estrellas que más brillaron en la noche del domingo.

Las voces de Cyrilo Silvan, Yuní y Shantí, embriagadas del sabor más puro del calipso, fueron protagonistas en el homenaje que la Banda de Conciertos de Limón realizó en la explanada de la catedral caribeña, como parte de sus esfuerzos para lograr rescatar la música afrocostarricense.

“La figura del calipsonian se está perdiendo aquí en Limón. No existe formalmente una escuela o un lugar donde se enseñe calipso; por esto, actividades como este concierto sirven para que las nuevas generaciones escuchen nuestra música”, dijo Silvan, convencido de la riqueza cultural existente.

Silvan, Yuní y Shantí cuentan con carreras largas y reconocidas en su querida provincia y, junto a otros representantes de ese tradicional género musical, enriquecen este ritmo desde la década de los años 60.

Los instrumentos de viento de la banda local, fusionados con el bajo y el banyo de los tres grandes calipsonians, complacieron sin cesar a un público que no se cansó nunca de aplaudir y bailar.

Familias enteras con sillas, bancos, hieleras y cualquier cosa que se ponía a la mano, sirvió para ponerse cómodo y disfrutar del concierto. Tampoco faltó la alegría siempre desbordante del limonense y las notables ganas de sacarle el jugo a cada minuto de la velada.

La llamada. Apenas finalizó la misa, a eso de las 8 p. m., los primeros acordes marcaron el inicio del concierto, las luces se prendieron y, a ritmo de Zancudo con dengue, comenzó el concierto.

Antes de que iniciara la actividad, el calor reinaba en las cercanías de la catedral, espacio que en los últimos años se ha convertido en un punto de encuentro para el arte y la música en la localidad.

Un total de ocho piezas fueron tocadas por los calipsoniansy los 16 miembros de la banda. Temas como Stop y Nowhere like Limón, fueron parte del repertorio.

“Venimos a cantar y a disfrutar porque lo mejor de Limón es su gente”, dijo Silvan mientras ejecutaba las primeras canciones.

A las 9:30 p. m, los presentes estallaron en jubilo al escuchar el tema Rice and beans en la voz de Shantí. La tonada estuvo acompañada por el movimiento de cadera de varios de los presentes, siguiendo el pegajoso ritmo..

Al agotarse el repertorio propuesto, el director de la banda, Juan Carlos Meza, tomó el micrófono para agradecer el apoyo del público presente. Sin embargo, los limonenses no estaban dispuestos a dejar que la noche terminará tan pronto, por lo cual exigieron, a todo pulmón, “zarpe, zarpe”.

Los músicos no se hicieron de rogar y complacieron con la última pieza, Lobster Man.

“Todos los protagonistas de esta presentación comparten un objetivo común: rescatar el calipso. Y el objetivo de estos conciertos es contribuir al desarrollo cultural de la provincia con propuestas diversas que rescaten el folclor del Caribe” finalizó Meza.