Justifik2 es pez en el agua. Desde hace nueve años habita, con toda naturalidad, en el que es mar que le nutre: la escena de la música dedicada o que tiene que ver con Dios.
No ha necesitado Justifik2 de los tradicionales medios masivos para hacerse de un nombre. Generalmente, así sucede en aquel mercado que tiene vida propia, tanta que es autosuficiente y que sin necesidad de promoción tradicional llena el escenario y vende el producto discográfico específico.
Justifik2, como muchos otros exponentes de la música con mensaje, o con contenido de alabanza, se está brincando las fronteras de su propio terruño. Algo similar a lo que le pasó a una de las formaciones líderes de ese mismo mercado: Sin Paredes, banda reconocida en la esfera tradicional del
El fenómeno de Justifik2 resulta interesante y ahí anda circulando en la web
El video de
El nuevo material se convertirá en el segundo álbum de Justifik2. Este trabajo tiene la tarea de continuar la línea ascendente que trazó el disco debut
Con el
Fue, precisamente, con
Ese paso que dio la banda con aquel primer disco continuó constante hasta el último semestre del 2010. La banda continuó integrando el circuito local y pudo hacerse paso en países centroamericanos.
Y ese buen ritmo se siguió manifestando cuando Justifik2 empezó también, el año pasado, la grabación de donde salió
El grupo tiene en su agenda lanzar este nuevo trabajo en el mes de mayo.
De este 2011, que lleva apenas cuatro meses de vida, la banda puede decir que le sonríe.
Tiene ya cuadrada una nueva gira al extranjero y esta vez no es un asunto regional. Tocarán en Argentina, Uruguay y Chile. De hecho, Justifik2 tiene una oficina de representación en Argentina.
Que sigue sosteniendo un lugar en la agenda secular de la música quedó probado la semana pasada, cuando Justifik2 dio concierto en el marco de la Semana U, de la Universidad de Costa Rica.
La banda es de esas formaciones que si fuera una persona habría que decir que vive lo que predica.
El pasado 2 de abril, Justifik2 fue parte del concierto de
El concierto, que se llevó a cabo en el auditorio de la Iglesia Centroamericana de Cartago, tuvo como objetivo poner su taquilla a financiar el viaje de su bajista Erick Moya, también bajista de Sin Paredes, que partió a cumplir su labor de misionero a Bosnia.