La música cubana se vistió de luto con la muerte del compositor y director de la orquesta Van Van, Juan Formell, a quien se rindió homenaje hoy viernes con orquestas de niños tocando sus pegadizas canciones y flores en un altar que rodeaban a sus cenizas.
Formell, fallecido a los 71 años, fue velado durante seis horas en el Teatro Nacional, uno de los más importantes de la capital. En la entrada del foro se colocaron un contrabajo, un micrófono y un pedestal, en el cual una cajita de madera contenía las cenizas del artista, mientras una larga fila de personas pasaban para darle su último adiós. De fondo, había una bandera cubana y sobre unas escaleras una foto gigante del músico.
"Fuimos hermanos, compañeros. Seguiremos defendiendo tu música", dijo con lágrimas el cantante Pedrito Calvo, quien se sacó el sombrero y saludó los restos del que por años fue su director en los Van Van antes de comenzar una carrera como solista.
Una de las personas que fue a despedirse fue el escritor y ensayista cubano Miguel Barnet.
"Cuba pierde un gran cronista de los acontecimientos", expresó el actor.
Hasta ahora se saben pocos detalles sobre la causa del deceso del artista. En los medios de prensa locales solo se mencionó que fue algo repentino, pero su hermano, Francisco Formell, dijo que el deceso se produjo por problemas hepáticos.
"Él tenía insuficiencia hepática controlada. Nadie esperaba este desenlace", comentó Francisco Formell.
Muchas de las cientos de personas que durante horas asistieron al homenaje llevaban flores que depositaban en cestos. A un costado del altar también se pusieron coronas, entre ellas una del expresidente y líder cubano Fidel Castro. El vicepresidente Miguel Díaz-Canel firmó un libro de condolencias colocado también allí y poco a poco se fueron presentando artistas y músicos que se abrazaban y se consolaban.
"Esto es terrible", dijo el trovador y amigo personal de Formell, Amaury Pérez.
"En los últimos tiempos se le veía esplendido, feliz, con un hijo recién nacido", agregó el artista, quien destacó el carisma y la bondad de la que Formell siempre hizo gala. Formell había sido hospitalizado hacía unos cuatro o cinco días pero no había un pronóstico malo a la vista; familiares, amigos y admiradores fueron sorprendidos por el suceso.
En las calles, la noticia de su partida conmovió a sus compatriotas.
"Si se dice Cuba y no se dice Van Van, no se dice nada", expresó a la AP el joven estudiante de música Alejandro Gómez.