Un año fue suficiente para Iron Maiden. Sí, casi han pasado 12 meses desde que una de las bandas legendarias del heavy metal terminó una de sus giras más intensas, y ya tiene un hijo nuevo: The Final Frontier, su disco número 15.
La llegada al mercado, hoy, de The Final Frontier deja claro que, en ese oficio de hacer música, la que llaman también La Doncella de Hierro, está en buena forma.
Logró un álbum impecable en su producción, con de diez temas, luego de haberse echado al hombro el Somewhere Back in Time World Tour, que mantuvo a la banda de Run to the Hills ocupada, dando 89 conciertos frente a dos millones de fanáticos en 38 países y por los cinco continentes. Si eso no es estar en buena forma, ¿entonces qué lo es?
En ese contexto sale The Final Frontier, un disco que en principio iba estar disponible desde ayer, pero en el mismo sitio oficial de Iron Maiden se dijo: “August 17th in the USA. Patience - it's worth the wait!” (17 de agosto en Estados Unidos. ¡Paciencia, vale la pena esperar!).
Un reto. Para los seguidores de hueso colorado de Iron Maiden, ya la sed se iba haciéndose un poco insoportable. The Final Frontier llega luego de cuatro años del último disco de estudio de Iron Maiden, el A Matter of Life and Death, que fue publicado el 28 de agosto del 2006.
El nuevo disco, grabado en Compass Point Studio, donde La Doncella hizo el Piece Of Mind (83), el Powerslave (84) y el Somewhere In Time (86), carga con el peso de no defraudar a sus seguidores de toda la vida y capturar nuevos oídos.
Encima, con The Final Frontier la banda alcanza los 30 años de su debut. Fue en 1980 cuando publicó el Iron Maiden y de este se desprendieron clásicos para Maiden y para el género como Remember Tomorrow, Phantom Of The Opera y Transylvania. ¿Tiene The Final Frontier cómo llenar esos zapatos?
Quizás no están en The Final Frontier los temas que serán un hit, pero reflejan a una banda de alto nivel en faceta progresiva y densa.
Así, lo que parecía buscar Iron Maiden en A Matter of Life and Death, lo encontró, finalmente, en The Final Frontier.
El álbum alcanza los 76 minutos y 35 segundos en tan solo diez temas. Y es porque When The Wild Wind Blows, que cierra el disco, demora diez minutos y 59 segundos.
Le pisan los talones Isle Of Avalon (nueve minutos y seis segundos); The Talisman –el track ocho– (nueve minutos y tres segundos) y The Man Who Would Be King (ocho minutos y 28 segundos).
Al The Final Frontier también hay que sumarle la intro del álbum, que es Satellite 15, y juntas llegan a los ocho minutos y 40 segundos.
Ligado a escarbar en una aventura épica intergaláctica, el disco logra un equilibrio entre el metal progresivo y los toques brillantes, lumínicos, que la banda muestra en una de las ternas queridas por sus fans: el Powerslave (1984), el Somewhere in Time (1986) y el Seventh Son of a Seventh Son (1988), donde las guitarras y los riffs son melódicamente estridentes.
Iron Maiden mantiene su toque clásico y sostiene un dejo contemporáneo, no haciendo concesiones propias del manoseado concepto de “reinventarse”, sino haciendo acercamientos comedidos hacía la experimentación.
Un buen ejemplo de ello es la intro Satellite 15: improvisaciones sonoras con cuerdas, computadoras y voces con efectos. Pero dura solo unos segundos, parece que Iron Maiden tiene claro que no hay que abusar, que como en los viejos tiempos de las cortes reales: las damas comen de todo, pero poquitito.
¿Sorprender? Sí. Coming Home en sus primeros minutos da la impresión de ser una balada. Asusta. “¿Qué es esto?, Maiden haciendo una love song?” Pero, ¡no! Hay un cambio sonoro hacía un metal denso. Entonces, se puede respirar hondo y profundo... señal de alivio.
Otro Eddie. Con la salida al mercado de The Final Frontier, vino una drástica cirugía plástica en Eddie, el sétimo elemento, icono y símbolo clave y fundamental en el lenguaje de la legendaria banda.
Ahora, Eddie se asemeja a una un alienígena. Tiene enormes colmillos y un espinazo externo. Está inspirado en una imagen de Melvyn Grant, quien había dibujado las portadas de Fear of the Dark y el Virtual XI.
Este nuevo Eddie ya se ha dejado ver desde que Iron Maiden comenzó su nueva gira, la The Final Frontier World Tour, que dio su primer paso el pasado 9 de junio en Dallas. Texas, Estados Unidos.
Los seguidores más tradicionales han manifestado su descontento con el alienígena Eddie, pero aseguran que su amor por la banda no se fractura... es como de hierro.
A El Dorado, que fue el punta de lanza del álbum y circuló el 8 de junio, no todos los fans lo aman, pero están a la espera del nuevo disco para estructurarse una opinión.
Y es no todos los álbumes de Iron Maiden han sido de fácil digestión, pero la constante ha sido después de ponerle oído atento, Maiden convence. ¿Por qué sería The Final Frontier la excepción?