LILA DOWNS OFRECE SU MÚSICA A LOS MEXICANOS COMO REFUGIO DE LA VIOLENCIA MEX11. CIUDAD DE MÉXICO (MÉXICO), 06/10/2011.- Imagen cedida hoy, jueves 6 de octubre de 2011, que muestra a la cantante mexicana Lila Downs quien dijo a Efe que la música ha sido su escondite para lidiar contra el horror que le producen las noticias de violencia, una angustia que ella ha transformado en un nuevo disco, "Pecados y milagros", que ofrece a los mexicanos para que se refugien en él. "Hubo un momento en el que ya no quería leer las noticias, pero ahora lo puedo enfrentar, puedo lidiar mejor con ello gracias a mi música, que es mi refugio", dijo la artista mexicana en una entrevista con Efe. EFE/David Kruger/Cortesía Sony Music/SOLO USO EDITORIAL (David Kruger)
Si existe una imagen que empata con Lila Downs es esta: mujer de negra caballera que arrodillada, casi besando el suelo, con su brazo sumergido hasta el hombro entre la tierra.
Desde 1994, con
Lila, mexicana por Anita Sánchez, su madre, y estadounidense por su padre, no se ha detenido en el buscar, encontrar, empatar y volver a elaborar, a su manera, las tradiciones y el arte que les compete: las canciones, los sonidos y hasta los adornos personales y los textiles. Toda ella es un muestrario del encuentro cultural entre lo autóctono y lo moderno.
Claro está su afán en álbumes como
El año pasado, en setiembre, cuando Lila Downs debutó en Costa Rica el
Terminado de grabar el pasado 25 de setiembre, y a punto de ser lanzado el 20 de octubre, el
Por ejemplo, le colaboraron en el disco nuevo los argentinos de Illya Kuryaki and the Valderramas –quienes ya anunciaron su vuelta al ruedo tras muchos años de ausencia–, la colombiana Totó La Momposina y el mexicano Celso Piña, famoso por su alternativo trabajo y su brillantez en el acordeón.
De alguna manera, Lila Downs se inspiró en los retablos mexicanos de los exvotos, las ofrendas que la gente hace cuando su santo le concede un milagro. Pero así, como para que exista la luz debe existir la oscuridad, el milagro, según Lila, tiene también su contraparte.
Por ahí va un poco el nuevo álbum de estudio, pero no dejó de lado algo fundamental en el andar de Downs: encontrar siempre una fuente de esperanza, en su caso, otras mujeres con profunda conexión con la tierra.
Esta es una entrevista telefónica que Downs dio a
Sí, y quisiera hacer énfasis en algo. Al decir “religiosidad” mucha gente cree que me refiero al Papa (ríe); no me quiero referir a la iglesia dogmática.
Me refiero más al sentido ritual que el pueblo tiene con respecto a su fe, y escogí para cantar historias o cuentos que algunos son personales, y que han llegado a ser milagros en mi vida.
”En algunos casos he visto personas que se han salvado de la muerte; estoy contando desde un punto de vista personal el milagro y, por supuesto, que el pecado también. Me interesa mucho la parte moral del ser humano y, en específico, del latino. De cómo nosotros cambiamos las cosas de acuerdo con nuestras necesidades de fe”.
”Cuando fui a Oaxaca, hace unos días –fuimos a filmar unos videos para las canciones–; las mujeres que hacen tortillas me tuvieron paciencia y me volvieron a enseñar, que ya me lo han enseñado muchas veces (ríe), a hacer tortillas moliendo el maíz con la piedra. En ese momento canté e hice una parte de la letra. (Canta al teléfono)
Es que yo siento que es una historia que nos da ánimo. Siento que estamos viviendo en tiempos de mucha violencia en nuestro país, y tenemos que ver las noticias a diario, y siento que necesitamos algo que nos vuelva al espíritu; a la fuerza; a pensar en los héroes de nuestras naciones... esos seres humanos que nos levantan y dan fuerza. Por eso, compuse esta canción.
En el momento que yo hacía mi tortilla no podía dejar de llorar. Esa mujer era tan humilde y su esfuerzo era tan grande que yo me doblegaba ante ella. Yo era insignificante ante una mujer con tanta fuerza y sabiduría.
Es cierto.
Es que todo esto es necesario y a mí me da fuerza.
Pues es que... Yo a veces me siento agobiada en la vida, por enfrentar problemas. De pronto hay pánico, porque no hay para pagar la renta y ese tipo de cosas cotidianas que nos pasan (suelta la carcajada).
”Luego veo a otras mujeres con muchos más problemas, y a veces peores que los de uno. Quizá se les muere su hermano y están en eso; ya no tiene dinero la prima para prestarle y le anda pegando el marido y ellas ven cómo se fajan los riñones y dicen: ‘¡No! Yo voy a pelear porque salga adelante mi gente, mi familia, mis hijos’. Y eso me da mucha inspiración. Uno piensa en sus problemas, pero quizá no son tan problemas en comparación con lo que nos podría estar pasando”.
Sí, esperanzadoras.
Claro, y que lo estamos viviendo a diario, pero como que a veces no lo tomamos en cuenta.
”Estas mujeres que hacen tortillas muchas se sientan en los mercados en México en lugares marginales, y creo que debemos esforzarnos mucho más por agradecerles lo que hacen por nosotros.”
He ahí el asunto. Cuando ves un milagro te das cuenta de lo fácil que es caer en el pecado. Te das cuenta de que puedes moldear tu pecado para que parezca un milagro, y eso es muy cómico pero, a la vez, es muy trágico, porque es parte de nuestra realidad latina.
He compuesto una canción que se llama
En una canción que compuse llamada
Conociendo la forma en que usted no hace gala de si misma , que no se ve a sí misma envuelta en aires de grandeza debo preguntar: ¿Fue un honor para usted que estos artistas participaran en su disco?
¡Ay, sí. Un honor! Uno aprende tanto de otros músicos, de su manera de pensar, de su forma de hacer las cosas. Los Kuryaki son unos chicos muy talentosos y antiestablesment y eso me encanta. Me encantan que te digan las cosas en tu cara y con Totó he tenido el privilegio de girar y es más mi amiga. Tenemos mucho tiempo de estarnos conociendo y de conversar sobre las enfermedades que acechan a nuestros países y de buscar las diferencias y afinidades con Colombia.
Sí, hay una canción dedicada al mezcal, y es que el mezcal es una bebida ritual para los oaxaqueños y puede sacar el diablo o puede sacar el ángel (se ríe).
Sí, así es. Las estrellas se alinearon a nuestro favor en esta ocasión, porque pudimos hacer todo lo que habíamos dispuesto. Se pudo grabar en México la mayor parte del disco y en Oaxaca.
Es que hay tanto todavía que aprender de nuestras culturas y de nuestros países.
”Falta conocer mucho más. Espero, a futuro, conocer alguna canción que pueda yo interpretar y conocer más a fondo de Costa Rica, para poderla compartir con el mundo y con el público que aprecia nuestras raíces y aprecia la música latinoamericana”.
Porque son parte de nuestra esencia y por lo que pasa ahorita yo necesito llorar. Muchas veces, la ranchera provoca esa necesidad que tenemos los seres humanos.
Es un poco la muerte; es un poco el ciclo de la vida y es lo que nos da la Tierra. Creo que, musicalmente, nos lleva a un sitio que nos transporta, donde no tenemos qué pensar en quiénes somos, sino que podemos dejarnos llevar por la música y por los versos que hablan de un ser mítico, ancestral, con el que nos identificamos.
”Somos un poco muerte, somos un poco vida y ella (La Llorona) nos recuerda eso. No se trata de una cosa muy mental, sino de sentir”.