20/2/2012. Barrio escalante, la agrupacin nacional e-simple se rene luego de 10 aos de su inicio. en la foto: Isacc "Papin" Moraga - Voz/Guitarra Abidn Moraga - Bajo/Coros Daniel Gonzlez - Guitarra/Coros, Diego Rojas - Batera/Percusiones foto Adrian Arias (ADRIAN ARIAS)
Abidán e Isaac Moraga –hermanos ambos–, Daniel González y Luis Diego Rojas no podían haberse encontrado aquella noche de martes en un mejor lugar que ese: un edificio cercano al parque Morazán.
Parte de la historia de Esimple tiene que ver con ese viejo edificio capitalino. En 1999, Esimple grabó su primera canción en el segundo piso de aquel edificio, cuando ahí eran los estudios de Marsol Records. El tema era
Fue en esa tienda de libros usados, que es un poco un epicentro de una parte de la escena
Sentados entre pilas desordenadas de
La banda, que desde su nacimiento en 1999 hasta la fecha, sigue siendo de producción independiente, regresó al ángulo noticioso en febrero pasado cuando en el marco del VI Festival Rock en el Farolito hizo su concierto oficial de retorno a la escena tras un año y medio de haberse retirado. Al principio, Isaac Moraga –Papín, su cantante, guitarrista y uno de los fundadores– estaba sentado en la posición de que no había marcha atrás; de que Esimple no seguiría activo; pero un día todo se acomodó.
Haberse tomado el tiempo para crear Papín y Los Perrobots, Los Problemas y colaborar con El Colectivo Herediano, el regreso al país de Daniel González –como Papín; guitarrista y fundador de Esimple–, ver que Luis Diego Rojas estaba en todas para sentarse de nuevo en la batería, y que Abidán solo esperaba el momento correcto para seguirle dando viaje al asunto, fueron algunos de los factores que dieron en el clavo: Esimple no existía por capricho de la banda misma.
Esimple era reclamada por sus seguidores y lo único que se necesitaba era distancia para ver la situación de otra manera.
“Yo estaba muy frustrado. Te lo dije la otra vez: cuando las cosas se hacen desde la frustración o del rencor no pueden salir bien. Lo único que uno puede esperar es el fracaso si trabaja desde ahí. Necesitaba tomar aire porque todos los demás lo habían hecho en otros años menos yo”, contó Papín Moraga.
“Ya uno no lo controla. La banda se hizo más grande que uno; está fuera de nuestro alcance y es ahí cuando uno se da cuenta que se metió en un tren que no está parando”, complementó Daniel González, en el marco de una reflexión que tomó más de 15 minutos entre todos los presentes: sí, como muchas cosas, la banda había empezado como una idea necia de unos chamaquillos del cole que solo querían hacer música y, de repente, se volvió algo serio; una responsabilidad compartida con ellos mismos y con la gente que empezó a coincidir con lo que cantaban y tocaban.
Desde el primer disco, el
Quizá Esimple no lo sabía, pero apenas a sus cuatro años de vida, en el 2003 cuando apareció el álbum debut, ya la cosa iba en serio y la majadería de los chiquillos de cole de hacer una banda se convertía en un hecho real y compartido.
“Cada paso que damos ahora es muy medido en tanto que esto ya no es el sueño de unos carajillos”, contó Papín Moraga.
“Éramos unos mocosos. Yo tenía 16 años e Isaac (Papín Moraga) tenia como 15. Nos costó mucho convencer a Abidán que se metiera a la banda. Él pensaba: ‘Qué carajillos más necios con eso de hacer una banda’. No sabíamos ni tocar bien”, recordó Daniel González.
“Es que yo les llevo seis años y cuando finalmente fui, toqué con ellos y me pareció que funcionaba y se podía hacer algo”, contó Abidán Moraga, quien para Luis Diego Rojas era todo un mito.
“Estaba en noveno del cole cuando entré a Esimple y vivía con la leyenda de Abidán, que era el hermano mayor de Papín, bajista y que estudiaba ingeniera en sonido. Pensaba que era una especie de Rick Rubín”. Rojas recordaba esto y reía a carcajadas.
Un buen día, saliendo de uno de los primeros ensayos y en bus fue bautizada la banda. El nombre vino de parte de Abidán y de una: “Esimple, se puede llamar Esimple” dijo. Y así se quedó.
Nacida al principio en las filas de la música cristiana y etiquetada como
“Nos costó armarnos. No teníamos ni instrumentos, tocábamos con amplificadores prestados y así hasta que esto empezó a caminar”, recordó Daniel González.
Por Esimple pasaron músicos como Harold Nichols Chol, José Ospino (ex-Bruno Porter), Jordan Lobo y Jose Sheridan.
“Nos tomó como 11 años darnos cuenta de lo que Esimple significaba para la gente. El espejo para vernos en eso fue eso, la gente. A partir del momento en que decidimos acabar o parar se empezó a acercarse la gente para preguntar por Esimple. Había algo más profundo que quizá yo, o los demás, no estábamos viendo”, dijo Abidán.
“La gente se apoderó de las canciones, Esimple ya no nos pertenece y las iniciativas de Esimple nunca han estado hechas desde la vanidad. Estamos en una transición y creo que vamos a un buen lugar; creo que todos entendimos que no somos felices en otros trabajos y estamos haciendo lo posible para que Esimple sea, cuanto antes, nuestra forma de vida”. La posición que expone Papín es ahora la meta del Esimple que regresa.
“Estamos buscando el motivo de por qué estamos aquí”, complementó Abidán en la reflexión de que Esimple se acerca a la conciencia de sus actos y de los resultados e impacto de su trabajo.
Esimple también había superado el mal sabor que dejan las dificultades que le suceden a los artista independientes no financiados por ningún mentor, al publicar sus discos. A lo largo de toda su vida, Esimple produjo más material del que pudo publicar. “Teníamos y tenemos todavía canciones suficientes como para hacer un disco cada tres meses, pero en este país no se puede. Es carísimo hacer un disco”, dijo Papín, mientras todos los Esimple asentían con la cabeza.
Sus grandes aliados habían sido personas que creen aún hoy en el proyecto: el Fo León que los convenció y apoyó para grabar el
“Toda la gente que nos ha ayudado lo ha hecho porque cree en la banda; nunca lo hicieron a cambio de dinero, ni de nada. Eso es algo que también, ya con la distancia que nos tomamos de la pausa, me vino con mayor claridad a la cabeza”, reconoció Papín.
Ahora en su regreso a la escena, Esimple, que anda en busca ahora sí de una misión y de una razón de ser, empieza a madurar trabajo nuevo y en ese proceso está el tema
Y en esta vuelta a los escenarios, Esimple lo hace viendo también cómo su historia como banda dio incuso material suficiente para un documental.
“La pausa fue positiva. Produjo cosas nuevas. Musicalmente nos hizo más productivos. Esa pausa fue, al final, una decisión correcta”, dijo Abidán, mientras Daniel González daba la puntada final: “Esa pausa fue justa y necesaria.”