En 1989, en la Ciudad de México, sucedió una coincidencia de una en un millón: cuatro artistas se propusieron formar Café Tacvba, sin saber que 24 años después serían considerados unos genios de la expresión musical alrededor del planeta.
Hoy, con su sétimo álbum (El objeto antes llamado disco, del 2012), se ha consolidado esa percepción que tienen los fans de la banda, con una propuesta renovada y sumergida en nuevos sonidos, los cuales la han llevado –nuevamente– a presentarse en algunos de los epicentros culturales del mundo.
Actualmente, el grupo se encuentra de gira en Estados Unidos, antes de viajar a Costa Rica, donde romperá cuatro años de distancia con un concierto en el Gimnasio Nacional, el 19 de setiembre.
De cara al show, el tecladista de Café Tacvba, Emmanuel Meme del Real, conversó vía telefónica con este diario acerca de la gira, el álbum y el futuro de la industria musical. Estas fueron sus palabras.
En la gira actual tocan todo 'El objeto antes llamado disco' y recuerdan temas de 'Revés/Yo soy' (1999). ¿A qué responde esta movida?
Nos gusta intentar cosas diferentes. Siempre lo hacemos al momento de entrar a un proceso creativo. No es algo tan ajeno a nosotros, pero puede ser la primera vez que tocamos en una gira todo un disco completo, y es porque es un disco corto, en relación con otros nuestros. Lo que intentamos hacer ahora, antes de empezar esta gira, fue reproducir la manera en la que habíamos registrado el álbum, con sesiones y público invitado; tocamos todo el disco, algunas canciones que desempolvamos y otras que el público espera de nosotros.
¿Hay, en este punto, canciones vetadas en los conciertos?
Podría parecer, pero no. Hay un momento en donde, por esa inquietud de tocar algo entretenido y renovador, buscamos cosas que añoramos y quisiéramos tocar, o las cosas nuevas que nos reviven. Pero hay canciones que hemos tocado continuamente casi desde que las grabamos y, a lo largo del tiempo, a pesar de que de repente quisiéramos darle una vuelta y no presentarlas, son canciones que siempre cierto público está esperando a que aparezcan y que, para ellos, gran parte de un show pasa por escuchar esos temas.
”Tratamos de buscar una media donde nosotros estemos bien con lo que tocamos, pero, al mismo tiempo, hacer que el mismo público se sienta bien y no se desilusione. Tratamos de que sea algo que funcione para todos, y es por eso que ninguna canción está vetada; cada noche, la reacción es diferente, y aunque sea el mismo tema, se convierte en otra cosa. Es muy disfrutable”.
Sobre las letras del disco, ¿hubo alguna lectura o película que influyera en ese mensaje de unidad, humanidad y naturaleza que emana?
Sucede casi siempre que, cuando nos reunimos para comenzar un proceso de grabación, donde cada uno de nosotros trae sus canciones o ideas, encontramos que coincidimos en algunas ideas y conceptos, en cosas que estamos cuestionándonos o buscando; como pasamos mucho tiempo juntos, entonces hay algo de eso y también hay muchas cosas que son individuales. Cada quien tiene familia y eso también se está convirtiendo en un punto en común para decir cosas o ver la vida desde esa perspectiva.
”Siento que hay un hilo conductor y tiene que ver con la vida; dónde hemos estado, qué nos ha llevado ahí, lo particular que es esta actividad. No puedes compartir muchas cosas con mucha gente que siente cosas similares, pero lo decimos por medio de la música o de la letra, y es ahí donde coincidimos”.
Ha dicho que sus discos son radiografías de los momentos que vive el grupo. ¿Cree que también pueden ser radiografías del momento que vive la humanidad?
Tal cual. Nosotros somos y nacimos como entidad artística y como reflejo de una sociedad, de un cuestionamiento, de lo que toda la influencia de la humanidad nos dejó, de donde somos y crecimos, y seguimos pendientes de todo eso. Creo que todos estamos conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor, o, sin estar consciente de ello, estamos influenciados, y nuestras vidas se modifican conforme el contexto, el entorno y la humanidad van modificándose; entonces, sí son pensamientos e ideas universales que reflejan un momento. A veces son más atemporales, pero si es una radiografía nuestra, entonces pegado viene todo lo demás.
Hace poco les dieron un disco de oro. ¿Qué importancia tiene eso?
Es bonito y halagador pensar que cierto número de personas han adquirido tu música y que hay ese interés por acercarse y que igual conectan con lo que está uno sintiendo y diciendo. Quiere decir que después de tanto tiempo todavía hay una recepción que nos mantiene aquí. Es por eso que seguimos haciendo música: porque hay un público que se acerca a los discos y compran entradas a los shows .
”Ese es el segundo motivo por el cual estamos juntos; el primero es porque nos reunimos, hacemos canciones y disfrutamos mucho, y la verdad eso solo sucede cuando nosotros cuatro nos juntamos. Si hay una respuesta, podemos tener trabajo y futuro. Recibir un disco de oro significa que seguimos vivos en la percepción de un público.
No es el cantante per se, pero ha sido la voz principal en varias canciones, muchas de ellas penetrando hondo en el público, como 'Eres. ¿Siente nervios cuando toma el micrófono en uno de esos temas?
Siempre. Es más, hasta en mi instrumento, que es piano y teclados, al inicio de un show , siento nervios. De pronto, ya me siento más cómodo, pero es gracias a esa adrenalina de que cada momento es diferente y que realmente se convierte en algo tan adictivo. Si fuera algo donde no sintiera nada y lo hiciera como una máquina, donde puedo tener todo bajo control, pues creo que no tendría ninguna aventura hacer esto. Entonces sí, sigue siendo desafiante, y cantar me pone en una zona donde tengo todo menos controlado, y me gusta poder experimentar esas sensaciones e ir aprendiendo, y lo disfruto mucho.
Nacieron en Ciudad Satélite, un suburbio mexicano. Tantos años después, ¿sigue presente la esencia de ese lugar en su música?
Debería de estarlo, supongo. Lo digo así porque uno siempre va a cargar con lo que es, lo que ha vivido y con lo que creció, y gran parte de por qué nació Café Tacvba es por la música que escuchamos y nos rodeó en Ciudad Satélite; había una generación que creció ahí que tuvo cierta influencia de música que llegaba de afuera y música tradicional, la que escuchaban nuestros padres, así que era fácil tener acceso a cantidad de música. Seguramente, todavía tenemos referencias; estoy seguro de que todo eso que escuchamos sigue en nuestro torrente sanguíneo y ahí se quedará. Al momento de crear se vislumbrarán ideas que tienen que ver con eso.
La nueva producción cuestiona el significado de qué es un disco y de cómo se tiene que grabar. ¿Cuáles son sus predicciones para el futuro de la música y cómo la consumimos?
No tengo idea. Lo que sí es que el futuro ya prácticamente nos rebasó. Hace unos años, cuando nosotros comenzamos, no hubiera imagino que hoy día la música la podías tener en un teléfono y que podías fácilmente encontrar la música que quieras, del artista que quieras y con la frescura que quieras. Antes, tomaba tiempo que los discos llegaran a las tiendas locales y tenías poca información, lo cual era una cosa muy disfrutable y muy sana, pero hoy no es así. Cambió la manera de comprar, de consumir música, o de no comprar, pero acercarse a la música; al final, lo que importa es que la música se sigue generando, que hay propuestas y, eso sí, no ha disminuido o se ha modificado.
Ha habido muchas facilidades para que cualquier persona pueda hacer música en casa, y hay mucha más música que antes; ya cada quien la juzgará desde su punto de vista, pero eso es lo que importa. Al final, la música buena o la que te dice algo, lo acabarás encontrando o acabará encontrando salida, y eso es lo más trascendente. Dónde vaya esto a terminar, no tengo idea, pero ya hubo una metamorfosis que yo creo que no tiene reversa.