Destruction dejó claro que con solo tres músicos es capaz de hacer crujir el escenario y provocar a la audiencia rugir sin cesar.
Con su concierto del martes, el trío germano devastó el Pepper Club, en Curridabat, en tan solo hora y media de
Los veteranos del
El rubio Mike Sifringer en la guitarra, y el talentoso baterista Vaaver no tardaron en hacer de las suyas desde sus trincheras.
La noche comenzó con el clásico
El recinto estaba más vacío que poblado. Según datos aportados por Víctor Mora, de Subterranean Productions, en el lugar había unos 700 asistentes.
No obstante los presentes eran metaleros de pura cepa, pues corearon de memoria cada canción del repertorio, reconociéndolas en apenas los primeros compases.
“Ustedes gritan más fuerte que en México”, vociferó Schmier e hizo alusión a los dos conciertos que dio Destruction en Ciudad de México y Monterrey, el fin de semana anterior. Tras el elogio, los nacionales gritaron aún más fuerte y dieron pie a que la banda golpeara con
El trío, además, sorprendió al interpretar el tema
El álbum se convertirá en el undécimo lanzamiento en estudio de la agrupación.
La dinámica –típica dentro del género– fue motivada por el mismo vocalista Schmier, quien le dedicó varias de las piezas a los más movidos de la noche. “Quiero verlos a todos en el
El cantante mostró lo mejor de sus emisiones guturales, alternando los rugidos con repentinos alaridos agudos. A la vez, el baterista Vaaver se lució con un solo que precedió a la pieza
El final del concierto de los alemanes se acercaba y los clásicos y temas nuevos seguían alternándose en el menú del trío:
Cuando Schmier y compañía anunciaron su despedida, los ticos no permitieron que la banda se fuera sin tocar su composición más emblemática:
El conjunto hizo más que complacer, pues, además de la pieza pedida, sonó el tema
Poco después de las 11 p. m. Destruction bajó de la tarima del Pepper Club, mientras los presentes no dejaban de aplaudir.
El martes, la agrupación supo cumplirle de nuevo al público tico, tal y como lo había hecho el 11 de abril del 2006, cuando se presentó en el desaparecido Planet Mall.
Si en el 2012, el mundo no se autodestruye –como muchos advierten–, el trío cumplirá 30 años de existencia, con una trayectoria llena de