Existen muchos debates sobre el nacimiento de géneros musicales como el rock, pero cuando se habla de footwor, es obligatorio hablar de DJ Spinn y DJ Rashad, pioneros del género y de la ciudad que los vio nacer, Chicago.
El footwork es un tipo de música electrónica rápido e influenciado por el house y el hip-hop. Literalmente, significa “trabajo de los pies”, porque el principal atractivo para producir está música, dice Spinn, fue hacer piezas que motivaran a los bailarines a hacer movimientos rápidos.
Actualmente, el colectivo Teklife, formado por Spinn y Rashad, difunde la música de otros productores del género.
El 19 de febrero, por invitación de la marca Red Bull, DJ Spinn dio una charla en Costa Rica y, posteriormente, mezcló en una sesión de casi dos horas con decenas de canciones de footwork que él y su compadre Rashad, que murió en el 2014, hicieron juntos.
¿Cómo empezó su carrera como Dj?
Empecé como bailarín. Bailé house music y hip-hop, desde tercer grado hasta la secundaria.
”Luego, conocí a DJ Rashad en 1995, quien ya tenía todo tipo de equipo y trabajaba de DJ para una radio universitaria. Él me enseñó todo lo que sabía: cómo producir y cómo mezclar piezas”.
Usted y Rashad empezaron a hacer shows en los 90, en Chicago pero, ¿cuándo lograron darse a conocer en más lugares del mundo como pioneros?
En 1999, el sello Dance Mania Records era el distribuidor más grande de house y ghetto house y esas eran nuestras aspiraciones: sacar un disco con ellos, pero ese año cerraron.
”Continuamos haciéndola para la gente, ellos fueron nuestra gran motivación, todos los chicos que bailaban en el barrio.
”Seguimos hasta que en el 2003 abrió una disquera de música juke llamada Database Records, en Detroit, en manos del gran Dj Godfather.
”Él sabía del tipo de música que estábamos haciendo y estaba interesado en mantenerla viva. Ambos somos del Midwest y él ya había sonado música ghetto house allá, así que tuvo mucho sentido que fuera con él que siguiéramos intentando empujar ese sonido hacia otros lugares.
”Cuando antes era lo más normal distribuir esta música en vinilo, nosotros tuvimos que adaptarnos al digital. Fue un poco extraño, esa época fue la primera vez que la gente estaba lidiando con ventas digitales y nuestra conclusión fue en que entre más música tuviéramos, más ventas tendríamos así que hicimos un montó de piezas de juke y otras que teníamos ahí guardadas, que fueron las que conformaron el catálogo.
”Después, en el 2008, Rashad fue invitado a Bélgica y un amigo pagó por su viaje para que la música cruzara fronteras. En el 2009 empezaron a buscarnos para más fiestas y luego, en el 2010, cuando salió el disco Bangs & Works fue el momento en el que pude ser visto y escuchado en físico y ¡esa es mi historia!”.
¿El baile logró que se llegara al footwork o el footwork hizo que se llegara al baile?
¡Oh! ¡Van de la mano! Yo era bailarín y por eso quisimos tomar la música bailable y subirle la velocidad. Queríamos que al bailar los movimientos se vieran impresionantes, perfectos y eso no sucedía cuando la música era más lenta.
”Empezamos haciendo música en (un tempo de) 120 o 130 (beats por minuto) y luego lo llevamos hasta 160 y se quedo ahí, porque no se podía bailar más allá de eso. La ventaja de 160 es que también se podía bailar lento”.
¿Qué tiene de particular Chicago que lo hace un lugar tan importante para la creación de música electrónica?
Somos el hogar del blues, del house y por eso mi generación tiene, siento yo, una obligación de mantener todo eso vivo.
”El footwork es descendiente del house, del ghetto house y ahora también se combina con otras cosas que pasan en Chicago, hip-hop, reggae, reguetón. Queremos hacer música en 160 de muchas distintas maneras.
”En Chicago, en los últimos diez u once años ha habido competencias de baile todos los domingos y en esas competencias es donde inició el footwork. Me gustaría hacer más shows en Chicago, porque solo paso allá unos cuatro meses al año y me gustaría hacer talleres y presentaciones gratuitas para los jóvenes de allá, enseñarles a bailar y producir footwork.
”Es muy agradable saber que hay gente que aprecia lo que hacemos y que se han acercado a nuestro sonido”.
¿Parte de sus objetivos incluye mantener vivo el legado de su amigo, Dj Rashad?
Sí, de seguro. Esa es la meta número uno. Él es mi hermano, nosotros empezamos esto juntos y trataré de cuidar a su hijo, a su familia. Quiero también ganar un espacio en la lista del género de música electrónica, que existan artistas de juke y footwork en todo el mundo, como sucede con el hip-hop.
La gente podría empezar una escena de footwork aquí en Costa Rica, podría pasar en cualquier lado. Así empezamos nosotros, jóvenes, pudo habernos llamado cualquier cosa, pero lo que nos llamó fue el house , el corazón y el alma de todo esto.
¿Cuál sería su consejo para los jóvenes –de aquí y de allá– para iniciar y empujar una escena de música electrónica?
Por lo que he visto, hay que creer en uno mismo y saber que uno está ahí porque la gente lo ha apoyado. Hay que ser consistente, hacer música que tenga un sello propio.
Es hermoso poder hacer lo que más me gusta para vivir, pero trato de que el dinero no sea lo que me dirija –aunque tengo un hijo y tengo otras responsabilidades–.
”Yo solo quiero relajarme, fumar marihuana y hacer música increíble, ¿entiendes? (ríe)”.
¿En qué anda por estos tiempos? ¿Cuáles planes tiene para el 2016?
Estoy terminado mi álbum, que aún no tiene nombre pero que seguro saldrá en julio o agosto.
El sello de Teklife ya fue consolidado como una empresa legal y tendremos nuestra primera compilación en abril y habrá solo unas 1.000 copas en vinilo; un tercio de las ganancias irán a la familia de Rashad.
”Todo se trata de trabajar. Trabajaremos para sacar más música a través de Teklife y ojalá, lograr la felicidad de mucha gente”.