Atracción. La música de Eddie Mora despierta el interés del escucha
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Mediante una provechosa colaboración entre dos entidades artísticas oficiales, la Compañía Nacional de Teatro (CNT) puso su sede del Teatro de La Aduana a disposición de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) para realizar la temporada especial de música costarricense 2011.
Programa. El debut de La Aduana como sala de conciertos y la inauguración de la temporada especial estuvieron a cargo del compositor, violinista y director de orquesta Eddie Mora, ayer viernes 8, con el estreno mundial de dos obras suyas: ¿Quién amanece?, para flautín, ocarina y cuerdas, en la que Gabriel Goñi se distinguió como solista, y Atisbo a JRM, para tres percusionistas y cuerdas.
El programa se completó con dos otras obras de Mora: la Suite Amighetti, para cuatro percusionistas, piano, arpa y cuerdas (2003/2006), y La ascensión de Remedios, la Bella, para orquesta (2009).
Tradición. Las artes plásticas y los acontecimientos y personajes históricos y literarios han sido fuente de inspiración para los compositores a lo largo de las diferentes épocas del desarrollo de la música de arte, y Mora se ha nutrido de esta vetusta tradición en las piezas interpretadas en el concierto de apertura.
Además, con ¿Quién amanece?, parte de un ciclo dedicado a la figura de la mujer, el compositor rinde homenaje a la cultura de la etnia indígena bribri cuando emplea unos versos sencillos incluidos en la recopilación Poesía bribri de lo cotidiano, del estudioso Adolfo Constenla Umaña.
Asimismo, con Atisbo a JRM, Mora exalta la memoria del expresidente Juan Rafael Mora Porras (1814-1860), y la composición se inspira de los apuntes anotados por el prócer antes de su fusilamiento.
Amighetti. Los grabados del artista plástico y poeta Francisco Amighetti (1907-1998) han pasado a formar parte del imaginario costarricense. Tres de sus xilografías fueron el punto de partida del Concierto Amighetti en tres movimientos para cuerdas, piano, arpa y percusión, escrito y estrenado por Mora en el 2003.
Más tarde, esta obra formó el núcleo del espectáculo Amighetti, que combinaba música, plástica y danza, estrenado en el Teatro Nacional en el 2008.
Los tres movimientos de la Suite escuchada al inicio del concierto de apertura fueron tomados de la música del espectáculo y se titulan, como las xilografías referentes, Máscaras, La gran ventana y Juegos.
Remedios. La ascensión de Remedios, la Bella dio fin a la función. La pieza emplea una dotación orquestal completa, ampliada con algunos instrumentos amerindios, y propone un traslado sonoro del realismo mágico de una de las páginas más famosas de la novela Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.
Las cuatro obras se encuentran impregnadas por variadas y repentinas síncopes y pulsaciones polirrítmicas, jalonadas de enérgicos contrastes dinámicos, dentro de una matriz armónica politonal infundida por sonoridades instrumentales de timbres inusitados, que cautivan el oído y mantienen el interés del oyente.
Las ejecuciones de las piezas estuvieron precedidas por la declamación de textos alusivos de parte de la actriz María Steiner.
La Orquesta Sinfónica Nacional mantuvo un desempeño encomiable, ágil y preciso en las respuestas y en los intercambios entre las secciones, con el concurso muy destacado y puntual de la percusión.
La acústica del teatro de la Aduana me sonó aceptable y sin duda con algunos arreglos podría mejorar. No se puede esperar mucho público a las 10 de la mañana de un viernes y sería preferible que los conciertos siguientes de la temporada especial de música costarricense se realicen en un horario menos incómodo para la mayoría de los posibles interesados.
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