Para su última función, el Festival-Encuentro Movimientos Desplegados reservó su plato fuerte al presentar la propuesta de la coreógrafa e intérprete española Carmen Werner. Recordemos que este evento permitió, durante una semana, que los interesados del gremio dancístico costarricense pudieran destinar tiempo y abordar diversos espacios con el fin de pensar, discutir y compartir experiencias con artistas de otras latitudes que viven de la danza escénica.
Como cierre del festival participó la directora de la Compañía Provisional Danza, Carmen Werner, una multipremiada y veterana de la escena española, quien nos ha visitado por segunda vez en el 2015. En blanco es el título de la obra unipersonal que interpretó la madrileña, en la cual también asumió la autoría de una banda sonora ecléctica.
En blanco es un ejercicio de corte íntimo, en donde la coreógrafa se permite momentos de honestidad y nos muestra cómo son esas etapas dolorosas en las cuales la mente y creatividad pasan por poca productividad pero, a la vez, es ahí, en esa soledad, donde como artista se enfrenta a la libertad de la creación.
Ella ingresa al escenario con mucha energía y buena presencia a buscar ideas y movimientos. Con pocos elementos escenográficos expone el tema del vacío creativo. ¿Quién no ha vivido esos momentos donde todo está en blanco?, ¿quién no ha sufrido cuando no sabemos hacia dónde enrumbar nuestra vida o trabajo?
Los espectadores fuimos voyeristas En blanco , pues ella no estaba bailando para nosotros; estaba en su búsqueda personal. Sin embargo, nos entretuvo y cautivó con sus acciones concretas derivadas de la poesía del movimiento; creó conflictos y desenlaces eficaces para comunicarnos sentido escénico.
Usó los recursos al máximo como las copas de vidrio, las piedras blancas, la mesa y la silla de madera, las botas vaqueras, su saco azul y hasta el cigarrillo, igual que cuando los niños juegan y dimensionan sus juguetes para crear paisajes imaginarios e intimistas.
Por más de una hora, Werner logró transformarse en varios personajes, que combinaba con la artista en su taller buscando nuevas resoluciones.
Además, cuando el escenario se convierte en un lienzo en blanco, hizo de la repetición su motivo principal en la composición coreográfica y no necesitó hacer alarde de su dominio corporal, pues lo más importante era su honestidad como creadora.
En estos episodios obligó a la audiencia a fijarse en el poder de un gesto, de una mano crispada o una contracción muscular.
En esta obra se nos muestra como una pensadora del movimiento y las múltiples posibilidades simbólicas de una caída o un desplazamiento.
Finalmente, con su convicción nos hace entrar en la virtualidad del juego escénico para creerle sobre lo que ha encontrado y con lo que ha llenado su hoja en blanco, pues al salir del teatro nos hemos llevado muchas emociones y sensaciones generadas por un cuerpo que se debatió entre la quietud y le permitió gritar lo que se guarda en el interior, y el dinamismo corporal recordó que la danza tiene contrastes, colores y ritmos fundamentales para una buena dramaturgia.
En esta odisea, a Carmen la cubrió un pertinente diseño de luces ideado por Pedro Fresneda, que también entró en escena para recrear los ambientes que cada pieza musical sugería.
Festival Movimientos desplegados : Obra ‘En blanco’
Coreografía e intérprete: Carmen Werner (España)
Fecha: miércoles 16 de setiembre de 2015, 8 p. m.
Lugar: Gráfica Génesis