La artista colombiana Marta Gómez se presentará esta noche en el Jazz Café Escazú, a las 9 p. m. Esta será la primera vez que se presente en Costa Rica.
En su concierto estará acompañada por sus músicos habituales, algo que promete darle un toque especial a sus temas.
La privilegiada voz de Gómez y sus letras llenas de contenido social se terminaron de formar en el reconocido Berklee College of Music, en los Estados Unidos. Comenzó su carrera como solista a principios de la década pasada y cuenta con seis discos propios, más varias colaboraciones con otros artistas, sumado a que el sello discográfico Putumayo la incluyó en varias de sus recopilaciones.
La Nación conversó con ella antes de su presentación. En esta plática, aseguró que confía en encontrar un público cálido en Costa Rica. Añadió que interpretará canciones de un nuevo disco que saldrá en el 2014, sin dejar de lado temas como Déjalo ir y Confesión.
La entrada al concierto tiene un valor de ¢20.000, se pueden reservar al teléfono. A continuación parte de la entrevista.
¿Hay expectativa antes de su primer concierto en Costa Rica?
¡Sí! Siempre que uno va a un lugar nuevo, hay expectativa. Siento que va a estar muy bonito; siento que va a ser un público muy cálido.
¿La sorprende cuando en países lejanos para usted, como Costa Rica, hay un público con ganas de oírla cantar?
Claro, por supuesto. Cuando me escriben y me dicen 'te vimos en un pueblito lejano', eso no deja de sorprenderme.
El corazón y el sombrero es su álbum más reciente, del 2011, ¿será este material el que nutra principalmente esta presentación en el país?
Creo que algunas de El corazón y el sombrero, pero la mayoría son nuevas. Hay canciones del siguiente disco, que ya hemos grabado y aún no ha salido. Será una mezcla de las canciones viejitas y unas nuevas.
"Siempre debo cantar temas como Confesión, es muy viejita y siempre; Déjalo ir también, esas viejitas son las únicas que se mantienen".
¿Cuándo tendremos este nuevo disco? ¿Cuáles son sus temáticas?
Saldrá a principios del próximo año. También saldrá un disco doble de música para niños. Creo que las canciones son parecidas (a temas actuales), de cosas sociales, historias de nostalgia y mujeres.
"Pero hay algo muy nuevo, trabajé con un productor y ha sido muy bonito porque le ha dado otro toque a los arreglos, a la orquestación; esto cambia completamente el sonido acústico básico (que la caracteriza), pero no es nada muy lejano a mí".
¿Qué la llevó a cantar música con una fuerte carga social y emocional?
Creo que se escoge y no porque hay momentos en que las cosas te van llevando por un lado y te sientes feliz. A mí desde pequeña me gustaba la música protesta, la música cubana. Por otra parte me gustaban canciones que eran historias, de grupos como Mecano. Eran canciones que tenían historias, me gustan las canciones como una historia más que como un poema.
"Además, hay una responsabilidad muy grande en los cantautores, tenemos que hablar, no podemos quedarnos diciéndonos historias de amor, porque están pasando muchas cosas y tenemos el poder de sanar y cambiar."
Estar lejos de su natal Colombia, o de América, ¿no la ponen lejos del contexto de lo que está pasando actualmente?
Hay una distancia que es dolorosa, pero siempre hay una conexión y con las redes sociales estoy atenta a lo que pasa y viendo cómo puedo reaccionar.
Tiene múltiples premios, reconocimientos, su música aparece en varios compilados y colabora con otros artistas. ¿Cómo mide el alcance o éxito de su labor?
Lo que trato es de no ponerme a pensar mucho en términos de futuro. No tengo metas de cuántos premios quiero ganar, o cuántos conciertos quiero dar. Trabajo todos los días por mantener lo que tengo, por seguir tocando, componiendo y grabando.
"Me impresiona mucho cómo va llegando la música a otros lugares, cómo más gente me va llamando y de pronto ahí mediría un poco el éxito, Lo demás viene porque uno trabaja".