¡Qué sabor! Cuba los vio nacer, pero Costa Rica los adoptó como hijos predilectos hace 15 años. Con el sonido de sus instrumentos y la sabrosura del son cubano mezclado con salsa, merengue, jazz, rock y cumbia, el Conjunto Chocolate evoca desde San José la brisa de mar que se siente a la orilla del malecón de La Habana.
Pablo Neyra, director y vocalista de la banda, llegó al país a mediados del año 2000. Vino con un grupo al que pertenecía en ese entonces y se enamoró tanto de Costa Rica que se quiso quedar y armar aquí una agrupación que llenara las necesidades musicales de sus coterráneos cubanos.
Lo que no se imaginó era que su agrupación se quedaría por muchos años y se convertiría en una representante de la música tropical en el país.
“Al principio comenzamos con un formato de sexteto de son. Llegaron otros amigos cubanos y se nos fueron uniendo”, recordó el artista. El sabor de su música encontró casa muy rápido: el restaurante Mi Mojito, que estaba en el Centro Comercial El Pueblo.
Allí se bailaron los más grandes éxitos representativos de la isla como El cuarto de Tula , Que aguante , A bailar el Toca Toca y, por supuesto, música original de la agrupación.
Para ese momento, el Conjunto Chocolate supo que estaba para más y se aventuró a grabar su primera producción discográfica: Los dueños del sabor (2000).
Este disco fue todo un suceso en la vida artística de Los Hijos del Son, como son llamados también. Los artistas echaron mano a composiciones propias y temas consolidados en el temario popular de Costa Rica, música que, según Neyra, quedó grabada en el corazón de ticos y cubanos.
En el conjunto de comienzos del siglo XXI se tocaba el bajo, el piano, la conga, el bongo y la trompeta; el formato obedecía al género, pero los músicos no querían quedarse ahí.
Con el pasar de los años, varios artistas se les fueron uniendo –incluidos algunos costarricenses– y aumentaron el número y variedad de instrumentos; de esta forma, Chocolate se convirtió en una banda que ya no solo interpretaba son, sino que comenzó a hacer fusiones con otros ritmos y géneros para crear el conjunto que ahora conocemos.
“Lo importante para nosotros era tener la oportunidad de hacer la música nuestra, pero fuimos evolucionando poco a poco hasta incluir instrumentos como la flauta o el trombón.
Actualmente, esa instrumentación es lo que está sonando en nuestro país porque esos sonidos los tocan grandes orquestas como Los Van Van. Es un sonido más fuerte, más corpóreo y a nosotros también nos gusta hacerlo”, explicó el director.
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Gracias a su repertorio y a la constante evolución, el ensamble se convirtió también en una escuela para músicos nacionales. “Nos hemos nutrido del talento costarricense y es por esta razón que también estamos tan agradecidos con este país que nos acogió y aprecia nuestro trabajo”, dijo el cantante.
Sin parar. El crecimiento ha sido su norte desde que se conformó la agrupación. El reconocimiento nacional e internacional ha llegado poco a poco.
Es más, en varias ocasiones, han sido contactados para la apertura de las presentaciones de artistas de renombre internacional en suelo costarricense.
Neyra recuerda con cariño cada uno de estos espectáculos. Ellos fueron los encargados de abrir, por citar algunos ejemplos, los conciertos de Marc Anthony, Gilberto Santa Rosa, Puerto Rican Power, Paquito D’Rivera, Chucho Valdés, Eddie Santiago, Armando Manzanero y el gran Mayito Rivera.
En Chocolate, la palabra perseverancia ha marcado su camino. En el 2002 comenzaron con la grabación de su segundo álbum titulado Cómo le gusta , pero fue hasta el 2012 que salió a la luz.
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Este trabajo fue reconocido en el 2014 por la Asociación de Compositores y Autores Musicales (ACAM) con el premio a la mejor producción tropical.
“Me parece que soy el primer extranjero en recibir este tipo de reconocimiento en Costa Rica y la verdad esto significa un gran aporte para el conjunto. El trabajo es difícil porque se hace de forma independiente, pero, de todas formas, no cabe el agradecimiento que sentimos como grupo”, aseveró Neyra.
También tuvieron la oportunidad de llevar su sabor a otras latitudes. Han tocado en Panamá y Nicaragua; incluso en la ciudad de Túnez hicieron conciertos durante cuatro meses en el hotel Jazmine Beach. Chocolate ha llevado con orgullo los nombres de Cuba y Costa Rica como buen ejemplo de la hermandad que han logrado.
El Conjunto Chocolate tiene la mira puesta en más proyectos. Su nuevo material se está cocinando, se llamará Camino del son y se trabajará al lado del músico Álvaro Esquivel.
Los músicos se identifican de cabo a rabo con la letra que escribió Pablo Neyra y que dice: Yo voy camino del son, yo voy camino del son con mi guitarra en la espalda, camino de la trigueña que me aprieta el corazón. La montaña es mi paisaje, el arroyo de agua dulce donde bebe mi tonada. Aquel que no me conoce pregunta ¿dónde voy? Cuando me vean pasar con mi guitarra, yo voy camino del son.
¡Feliz cumpleaños!
El 31 de octubre, Chocolate ofrecerá una fiesta para celebrar su aniversario en el restaurante La Bodeguita del Medio, en San José. Será a partir de las 9 p. m. y la entrada es gratis.
Si desea contratarlos, puede escribir al correo contactenos@conjuntocholate.net o llamar a los números de teléfono 8973-7114 y 6100-0283.