De la vasta producción musical de la humanidad, sabemos muy poco. Desde hace 20 años, Le Baroque Nomade , agrupación francesa dirigida por Jean Christophe Frisch, recopila lo que puede para revivir música del siglo XVIII en adelante.
Para revivir el Barroco europeo y sus cruces con las tradiciones musicales del resto del mundo, el grupo se presentará en el Festival de Música Credomatic . Entre otras fechas, tocará con Syntagma Musicum, ticos que investigan la música colonial de América, el sábado 22, en el Teatro Nacional.
Le Baroque Nomade afronta desafíos que otros músicos que exploran estas épocas conocen bien. “De las épocas, sabemos algo de Bolivia de fin del siglo XVIII, pero anterior o posterior no sabemos nada. No puedo decir que hay huecos que hay que cerrar; estamos en un océano de desconocimiento con pequeñas islas de conocimiento”, explica Frisch.
En este concierto, Le Baroque Nomade se presentará con Cristina Ardelean, soprano; Vlad Crosman, barítono; Victorien Disse, tiorba; Pierre H. Joud, violonchelo, y Frisch.
Exploradores. A lo largo del mundo son investigadores como ellos quienes unen escasas piezas disponibles de una historia cuyos ecos escuchamos hoy. “Ha sido bastante estudiada en América Latina y mucho menos en otros lugares porque hay menos fuentes históricas y la colonización no fue igual que aquí”, considera el flautista y director.
La colonización ejerció distintas transformaciones en la música de cada país que tocó. No obstante, produjo cruces interesantes, como dice Frisch: “Por ejemplo, un músico del sur de India que aprendió la música católica romana y fue tocarla frente al emperador de Etiopía. Es la globalización como la de nuestros tiempos”, dice el investigador.
Otras anécdotas ejemplifican las complejidades de entender hoy cómo sonaba el pasado: “Los dos cantantes son de Rumania. Fui muchas veces a tocar allí con músicos de la tradición oral de Transilvania. Aún usan técnicas documentadas en tratados de violín de Francia del siglo XVII”, recuerda. “Una vez, le pregunté a un violinista por qué tocaba así... Él me respondió: ‘¡Solo lo hago normal!’”, sonríe.
Comerciantes, misioneros y militares usaron la música para acercarse a pueblos cuyas lenguas desconocían; el proceso de colonización fue violento, pero también enriqueció el intercambio en términos sonoros.
¿Qué hacer ante lo que aún no sabemos? “De nada se sabe todo”, subraya Joud. “Pensamos que tocar la música como se hacía en aquel tiempo, lo poco que sabemos de eso, es la mejor forma de hacerla moderna y actual. Tratamos de tocar como si la música barroca hubiera sido escrita ayer”, asegura Frisch. “En todas las épocas hay personas que quieren ir al frente de lo que hay por descubrir y conocer de otros seres humanos”, finaliza.
Ofrecerán conciertos este sábado 8 en el Hotel Borinquen Rincón de la Vieja (7 p. m.); miércoles 12, en el hotel de montaña El Establo, en Monteverde (5:30 p. m.); sábado 15, en el Hotel Gaia, Manuel Antonio (5:30 p. m.), y miércoles 19, en el Hotel Alta, en Escazú (a las 7 p. m.).