La dulce voz de la soprano Jolle Greenleaf y el talento del laudista Hank Heijink emocionaron a un pequeño, pero apasionado público la tarde de este jueves, en el Teatro Nacional.
Los artistas, que juntos integran el dúo Aspro Dolce, se presentaron en el espacio Música al Atardecer, como parte de las actividades del Festival de Música Credomatic.
No fue necesaria mucha parafernalia, con su talento y el foyer de la antigua sala capitalina como escenario, la agrupación dio un recital de casi una hora en la que llevaron a los espectadores a un viaje por obras del periodo barroco.
La sala estaba llena. Unas 100 personas hicieron un alto en su rutina diaria y gozaron de la música.
La agrupación abrió con un grupo de canciones titulado La quinta esencia del laúd inglés , que incluyó piezas como Thou Pretty Bird , de John Danyel; Fine Knacks for Ladies , Lachrimae y Come Again, sweet love doth now invite , de John Dowland.
El programa ofreció, como segunda propuesta, obras alemanas, que incluyeron composiciones como Öffne Dich, de Johann Sebastian Bach; Minueto en sol mayor , de Christian Petzold, y Bist du bei mir , de Gottfried Heinrich Stölzel.
La audiencia, integrada principalmente por jóvenes y adultos mayores, siguió atenta cada obra. Afuera del teatro se escuchaban los inclementes pitos en plena hora pico en San José; adentro, había cantos al amor, Dios, el tiempo y la vida; era como estar en un universo paralelo.
Las canciones para las nobles italianas , con piezas como Ostinato vo' seguire , de Bartolomeo Tromboncino; Ricercar, de Francesco da Milano, y Bona dies, bona sera, de Marchetto Cara, marcaron la mitad de la presentación.
Aunque no todos los presentes hablaban este idioma Jordi Antich, director del festival, hizo una pausa entre cada grupo de temas para explicarles las canciones y la belleza del laúd como instrumento.
La vihuela en España fue el cuarto grupo obras seleccionadas para la tarde. Incluía composiciones como Fantasía, de Luis de Narváez; Ysabel, perdiste la tu faxa, de Alonso Mudarra, y Guárdame las vacas , de Narváez, continuaron en la degustación musical.
No podía faltar en este tour por la cultura europea parte del repertorio galo. Así, en el apartado llamado La chanson francesa se oyeron obras como Enfin la beauté que j'adore, de Pierre Attaingnant; Tant que vivray, de Etienne Moulinié, y Ha! Compagnons, de Moulinié.
Para cerrar el espectáculo, los de Aspro Dolce interpretaron un repertorio que incluyó obras como Tell Me No More , de John Blow; Have You Seen but a White Lily Grow, de Robert Johnson, y Cupid , the slyest rogue alive de Henry Purcell.
Al ejecutarse el último tema, los asistentes les dieron un prolongado aplauso, gesto que fue agradecido con reverencias por los artistas.
En los pasillos, todos eran buenos comentarios. “Fue un concierto bellísimo; ella cantó en cinco idiomas con una voz muy bonita”, comentó Ana Eugenia Fajardo, de Cartago. Por su parte, Isabel Muñoz, de San José, dijo: “Fue un concierto exquisito, aunque no hablo inglés, era evidente que se trataba de artistas de primera”.